Las calles Laurel y San Juan afrontarán la mayor renovación estética de su historia

Será una operación de estética, un cambio radical. Eso sí, sin necesidad de pasar por quirófano. Las obras pondrán patas arriba la Laurel y la San Juan en las próximas semanas, si bien lo harán por partes evitando así interferir en la actividad normal de la afamada zona de vinos y pinchos de la capital regional.

Según ha podido saber Diario LA RIOJA, el proyecto de adecuación y mejora del entorno de las calles, dentro del Plan de Dinamización del Producto Turístico 'Enoturismo en Logroño' en el que tienen voz y voto las tres administraciones (central, regional y local), será adjudicado en breve con lo que la renovación estética del céntrico enclave será una realidad más en lo que queda de legislatura.

De hecho, las previsiones del Ayuntamiento de Logroño son las de comenzar los trabajos a finales del presente mes o principios de diciembre, un año después de haberse iniciado el expediente de contratación de la asistencia técnica para el citado proyecto seguido de una invitación a un total de cinco empresas para que presentasen sus propuestas.

A la espera de que la Junta de Gobierno Local proceda a su adjudicación definitiva, el concejal de Casco Antiguo y Promoción de la Ciudad, Ángel Varea, ha desvelado a este periódico parte de las novedades que en los próximos meses se abrirán hueco en las tradicionales rutas de 'chiquiteo'.

Medianiles tematizados

Medianiles, adoquinado y mobiliario urbano ofrecerán una imagen totalmente renovada en la que el vino será claro protagonista. Y es que, según informa Varea, los medianiles (paredes comunes a dos construcciones) serán tematizados mediante murales con motivos vitivinícolas (desde una guía de establecimientos de la zona a una colección de etiquetas antiguas de Riojas).

«Hay medianeras que serán decoradas en las entradas a la Laurel desde la travesía del mismo nombre y la calle San Agustín. mientras, en la San Juan, se encuentran en los accesos por Muro del Carmen y la propia travesía», explica el regionalista.

Adoquinado 'turístico'

Sin embargo, y pese a lo llamativo de los murales, la idea es que logroñeses y turistas no sólo se queden contemplando las alturas sino que también echen la vista abajo.

La renovación del adoquinado, en ese sentido, vendrá con sorpresa. La que a buen seguro supondrá el caminar sobre los meandros del río Ebro a su paso por La Rioja 'incrustados' en las baldosas de la Laurel (con placas de todas y cada una de las localidades bañadas por sus aguas) o esquivando los motivos logroñeses de hoy y de siempre por temor a pisarlos en las de la San Juan (Casa del Espartero, La Redonda, el Sagasta.).

La calle San Agustín recibirá el mismo tratamiento, reservando para su adoquín un recetario de cocina riojana donde pueda leerse cómo elaborar unas patatas con chorizo o unas chuletillas al sarmiento mientras uno se toma un vino y un pincho.

Albornoz, como la Sierpes

Y, si singular es el tratamiento de los medianiles y el adoquinado, no lo es menos la solución propuesta en la calle Albornoz, más ancha que las demás y donde, con afán de dotarla de sombra, se colocará una lona también con estampados de la vendimia... «Similar a lo de la calle Sierpes de Sevilla», concluye el responsable de Turismo.