«El fracaso de un alumno es el fracaso del sistema»

El presidente de la Fundación Promete tiene claro que la formación no es el poso que queda de las horas lectivas, sino un proceso continuado en el que todos (alumnos, familias, profesores, administración y sociedad) deben participar. Y ahora es más necesario que nunca para no perder la comba del siglo XXI y de las nuevas tecnologías, con los retos que supone.

- ¿Qué ofrecen sus programas 'Tú prometes' y 'Mi colegio promete?

- Se trata de un nuevo modelo que utiliza las nuevas tecnologías para fomentar el talento de los alumnos, sea cual sea. Por ahora, existen dos programas: uno de matemáticas y otro de comunicación digital. Son gratuitos, voluntarios y con un tutor 'on line' que hace un seguimiento para facilitar el desarrollo de forma permanente. Se trata de programas de educación personalizada para el alumno, pero también se forma a los profesores para que trabajen en las horas de clase, se les da un soporte pedagógico permanente y se trabaja con las familias.

- ¿Qué le parece el actual fracaso escolar, por encima del 30%?

- El fracaso de un alumno es el fracaso del sistema. Los alumnos no identifican que van a la escuela a disfrutar aprendiendo. Además, es un problema que continúa creciendo y se debe hacer algo porque no hay alternativas. Y no se trata de escatimar en inversión, porque no hay nada más caro que el fracaso.

- ¿En qué se diferencia el aprendizaje 2.0 del tradicional?

- El aprendizaje 2.0 tiene componentes muy satisfactorios para el alumno, que vive la experiencia del aprendizaje de una forma muy grata. Si le gusta, no le va a parecer que está haciendo un esfuerzo. Por ejemplo, el juego es una experiencia muy agradable y si se enfoca adecuadamente se convierte en una herramienta eficaz para aprender. Los estudiantes que han participado ya en los proyectos están encantados y quieren continuar.