

Secciones
Servicios
Destacamos
MARTÍN SCHMITT
Miércoles, 3 de noviembre 2010, 01:20
Víctor Hugo López ya está en el última fase de recuperación de su lesión. Y sólo han pasado cuatro meses desde que el ligamento cruzado de su rodilla se rompió, arrastrando consigo al menisco, poco antes de la pretemporada de su primer año en el Naturhouse. La del lateral del Ciudad de Logroño ha sido una rehabilitación rapidísima, rozando el milagro. «Ha ido todo muy bien. En el segundo mes la resonancia que se me hizo mostró que el menisco había cicatrizado bien. Y a partir de allí, he ido al ritmo que ha marcado la rodilla», dijo ayer el jugador.
El próximo 12 de noviembre Víctor Hugo tiene una revisión en Valladolid. «Si la rodilla está bien, tengo que coger el ritmo de la gente y ponerme a su nivel». Pero el que su lesión empiece a ser un mal recuerdo no es sólo un milagro. Víctor Hugo ha metido muchas horas de trabajo, «siempre guiado por los fisios y los médicos». «La verdad es que todo va bien y esperamos que todo siga así».
Según explicó, la parte más dura de su lesión fue el principio, los tres primeros días desde su caída hasta la operación. «A partir de ahí cambié el chip y me puse las pilas para recuperarme lo antes posible. Se va haciendo más largo ahora, porque al principio vas teniendo pequeñas evoluciones que te van motivando».
El lateral derecho empezó a ejercitarse en pista hace un par de semanas. Desde entonces trabaja en coger velocidad y ritmo de piernas, algo que inquieta al jugador. «Te vas desesperando un poco más, pero tengo bastante paciencia y lo llevo bien», destacó Víctor Hugo.
«Quitando el balonmano, físicamente estoy al cien por cien, porque lo he trabajado mucho ya que no tenía otra cosa que hacer. La rodilla, para el balonmano, todavía está al 40%», observó. «Creo que le queda bastante y debo coger ritmo y sensaciones. Creo que me queda bastante en ese sentido. Por ejemplo, quitar el miedo», añadió el lateral.
Desde la grada, Víctor Hugo López tiene su opinión del inicio liguero del Naturhouse. «Me gusta mucho cómo juega este equipo. Lo que pasa es que es verdad que tenemos pérdidas de balones tontas o pasamos por bajones en el juego. Creo que se trata de buscar la regularidad ya, porque cuando hacemos las cosas bien creo que las realizamos muy bien. Ése tiene que ser nuestro objetivo». A su juicio, el Ciudad de Logroño debe apuntar, en la liga Asobal, a estar en un nivel medio alto.
Un punto de inflexión importante de esos meses de lesión fue el momento en que se unió a sus compañeros para hacer ejercicios con el balón. «Cuando empiezas a trabajar con el grupo es un paso de gigante. Al principio vas con miedo, porque hace mucho que no lo haces, pero haces lo que realmente te gusta, que es jugar al balonmano, compites contra los demás y es todo mucho mejor». Aun así, todo este proceso lo ha llevado bien, aunque durante este último tramo «las semanas se hacen más largas».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.