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César Sáenz alimenta con trozos de pan un rebaño en las inmediaciones de Jalón. :: DÍAZ URIEL / Vídeo: Ángel Ramírez
El resurgimiento de la oveja chamarita
La rioja

El resurgimiento de la oveja chamarita

La marca 'CH' certifica la calidad de su carne y su fino sabor. El sello impulsa su comercialización, lo que permitirá que el censo de esta raza autóctona de La Rioja en peligro de extinción aumente

P. HIDALGO

Miércoles, 20 de octubre 2010, 22:10

Son ovejas más pequeñas, casi la mitad que otras razas. Los corderos se alimentan con leche materna hasta su sacrificio, que tiene lugar cuando alcanzan un máximo de 50 días de vida y un peso en vivo de menos de 14 kilos. Mientras, las madres pastan en los prados. Esa alimentación natural confiere a la carne una textura suave, tierna y jugosa y un color rosado.

La oveja chamarita, raza autóctona de La Rioja, pugna desde hace más de una década por estabilizar su número para abandonar la lista de razas en peligro de extinción -su censo no supera las 10.000 cabezas de ganado- y por dar a conocer su alta calidad mediante el desarrollo de la marca 'Cordero Chamarito' (CH), que la Asociación de Productores de Cordero Chamarito (PROCORCHA) lanzó el pasado mayo.

Pilar Blanco es la titular de una explotación de 1.000 ovejas chamaritas en Jalón de Cameros que atiende junto a su esposo César Sáenz. Blanco participa de este sello de calidad ya que «ayuda a diferenciarte de la competencia y a comercializar mejor el cordero».

Para esta ganadera, la raza chamarita resulta idónea para la zona del Camero Viejo. «Al poseer un tamaño pequeño, se adapta muy bien a los pastos finos y escasos de esta comarca y del valle del Cidacos».

El desarrollo del identificativo resulta crucial para estos productores, en cuanto que «permite hacerte un hueco en el mercado y que se pueda vender la carne al precio que realmente tiene». Así, los ganaderos compensan en parte la «esclavitud» que conlleva ocuparse de los rebaños. «El ovino da mucho más trabajo que el vacuno porque hay que sacarlo a que se alimente en el monte y cuidar de que no le ataquen otros animales como los lobos», tercia Sáenz.

«La marca 'CH' constituye la vía para asegurar que el producto es rentable; lo que, en consecuencia, propiciará que su censo aumente», señala Blanco.

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