Un empate que no convence

El empate en el último suspiro del Naturhouse contra el Amaya Sport San Antonio fue demasiado premio para un equipo franjivino incapaz de sacudirse los errores de esta pretemporada. Es decir, no saber aprovechar las superioridades numéricas y perderse, tanto en ataque como en defensa, en lagunas que dejan que el rival juegue a placer.

Y los de Jota deberían haber perdido si el gran proyecto a genio del Ciudad de Logroño, Álex Dujshebaev, no hubiese frotado su lámpara para empatar de falta (y con el tiempo cumplido) con un soberbio lanzamiento que encontró el único hueco en el muro que había armado el conjunto pamplonica para defender la victoria.

Aunque en el primer tiempo el Naturhouse salió airoso con un 16-14 a su favor, un jovencísimo San Antonio le plantó cara a un equipo que no tuvo velocidad en los ataques y que mostró deficiencias en la defensa. De hecho, nunca le encontró la vuelta a las combinaciones de Nico Mindegia, Rasic, Víctor González y Eloy González. Así las cosas, entre estos dos últimos jugadores colocaron al Amaya Sport al frente en el inicio de la segunda parte, colocando a los de Pamplona con un 21-24 a falta de quince minutos.

Otra cosa que quedó en evidencia fue el mal momento por el que pasa Gurutz Aginagalde, con sólo cuatro paradas en veintidós lanzamientos. El portero no ha tenido una buena pretemporada, aunque se sabe que los metas pasan por rachas. Y se espera que ésta pase pronto para el capitán del Naturhouse, aunque muchos de esos tantos llegaron por la floja defensa logroñesa, que probó algunas variantes fuera de lo común sin suerte.

Con un muy mal arbitraje, el último cuarto de hora fue un toma y daca con una ventaja de cinco goles a favor de los pamplonicas, que quizá en los últimos momentos del encuentro acusaron su falta de experiencia. Sin brillar prácticamente nada, entre Paco López (con 5 de 8), Arrieta, Dujshebaev y un gran Parra (marcó siete tantos en ocho lanzamientos) el Naturhouse redujo las cuentas á uno en los últimos cinco minutos de juego.

Los de Jota pudieron empatar, pero los atacantes perdieron el balón y dejaron a Alberto Aguirrezabalaga para sentenciar el encuentro. Amargant le interrumpió con un supuesto penalti y exclusión, pero los árbitros vieron falta en ataque. Y llegó el injusto empate gracias a la magia de Álex.