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JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ
Viernes, 20 de agosto 2010, 09:59
Desde que la llamada recesión económica llegó a España, allí por el 2007, acomodándose y sin ninguna intención de irse a corto plazo, ya apuntaba directamente contra uno de los negocios que más se había servido de los tiempos de bonanza en años anteriores: el comercio inmobiliario.
Y es que alrededor del 70% de las inmobiliarias riojanas, que no es 'pecata minuta', se han visto obligadas a sustituir el cartel de 'se compra-se vende' por el de 'se cierra'. En Logroño, se cuentan por más de 130 las inmobiliarias clausuradas desde el 2007, quedando tan solo una treintena de ellas en la ciudad.
Solamente las gestoras de compra-venta mejor preparadas y con unas bases más sólidas han sido capaces de aguantar el descenso en ventas y precio de las viviendas, es decir, las experimentadas. Así lo afirma el presidente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios, Óscar Martínez Solozábal, que junto con el denominado 'boom inmobiliario' llegó el advenimiento de numerosos emprendedores inmobiliarios «oportunistas que aprovecharon el boom» para hacer negocio. Se presentó la ocasión de hacer mucho dinero en poco tiempo, pero tal y como cita el refranero popular 'lo que rápido viene, rápido se va' y han sido especialmente estos negocios «sin la profesionalidad y experiencia que poseen las inmobiliarias ya constituidas» los primeros en echar el cierre ante los achaques económicos.
Respecto a los negocios con más trayectoria, si han cerrado es porque «no se han preparado correctamente para la crisis» y «no han hecho las inversiones que tenían que hacer, o por el contrario, han hecho inversiones que no debían hacer - comenta Martínez Solozábal-, de todas formas, las que no han cerrado han sido las que más y mejor han invertido».
En ésta coyuntura económica se ha visto quién «sabe lo que hay que hacer y cómo reaccionar en una mala situación». En época de bonanza «cuando todos vendían», era más «fácil competir» ya que el volumen demanda era tan amplio que apenas había problemas de rivalidad comercial. Cuando la competencia se hace más ardua, «las ideas son fundamentales para competir» y así mejorar la oferta para atraer al cliente potencial.
El experto inmobiliario auguró que «el mercado se normalizará» con el tiempo, pero sin llegar a los niveles conseguidos anteriormente.
Igual que la media española
Sin embargo, los riojanos no estamos ni en mejor ni en peor situación que en el resto de España, ya que el porcentaje de inmobiliarias cerradas en el país es la misma que en la comunidad: alrededor del 70%.
El mayor varapalo se lo ha llevado la costa mediterránea, donde el negocio de la construcción era bastante más intenso. Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de los pisos se destinaban para segunda vivienda, un lujo del que se prescinde cuando hay que 'apretarse el cinturón'.
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