Hussein Abdeldayem, egipcio y trotamundos

Cumple su segunda semana de entrenamientos con la UD Logroñés y se le nota versado y cultivado.

Hussein Abdeldayem no cumple con el estereotipo egipcio, porque es rubio, con ojos verdes y alto, casi 190 centímetros. «Tengo ascendencia siria y tal vez por ahí vayan mis características alejadas de lo habitual en un rostro egipcio. Me lo suelen decir», comenta el joven jugador, de veintiún años, que continúa a prueba y al que esta misma semana se le comunicará si ha superado la prueba o debe seguir en su peregrinaje parda jugar bajo los palos, que es lo que le gusta.

Ha estudiado en Estados Unidos durante tres años, «la carrera de medios de comunicación, en la Universidad de Lynn y he sacado adelante la carrera, además de jugar al fútbol».

En su palmarés puede decir que ha pertenecido al Zamalek, equipo campeón de Egipto y también en varias ocasiones de África. Sin embargo, ahora estaba jugando en otro equipo «el Heliopolis, también de Egipto. En el Zamalek llegué a ser el cuarto portero del primer equipo».

Podría haber intentado ser profesional en cualquier otro deporte, porque «me gustan todos los deportes, especialmente la natación, que siempre he practicado, pero el que más me gusta, desde pequeño, es el fútbol».

No empezó bajo los palos: «A los seis años , cuando empecé a jugar con los amigos lo hice de defensa, pero a los ocho años comencé a jugar de portero y me gustaría seguir en España. Aquí o en otro equipo. Mi ídolo es Iker Casillas».