Nombres nuevos para equipos no tan nuevos

Los aficionados al balonmano y al baloncesto están acostumbrados: los equipos cambian de nombre como quien cambia de camisa, al hilo del patrocinador. Que las cosas no están como para poner pegas a nadie. Este año, la Asobal tiene unos cuantos cambios: nombres que ahora mismo suenan a rayos, pero que pronto serán comunes.

Empezando por lo más alto: el campeón ahora se llama Renovalia Energy Ciudad Real. Los manchegos llevaban unos años sin apellido, pero la necesidad aprieta.

En el podio de la liga hay otro cambio. Pucela dice adiós a la empresa de energías renovables Pevafersa, y hola a una bodega de Rueda de nombre bien curioso: Cuatro Rayas Valladolid será desde ahora el nombre de los de Pastor.

Más abajo, el San Antonio de Pamplona se bautiza por tercera vez en tres años. Adiós a Portland, adiós a Reyno de Navarra, y hola a Amaya Sport, empresa de equipamientos deportivos de la Comunidad Foral. Nombre bien de la tierra, en realidad.

El de Antequera está menos pegado al terruño, al menos en el sonido, que no en la procedencia de la empresa: los malagueños se llaman ahora E-gim BM Antequera. Y no, la empresa no tiene nada que ver con los gimnasios: es una compañía informática especializada en la creación de software para administraciones públicas.

Para el público de Asobal hay dos nombres nuevos, los de los recién llegados. El Puerto de Sagunto desembarca en Asobal con el mismo nombre que tenía en División de Honor B, Alser. Guadalajara subió, por su parte, con el nombre de Rayet, pero en Asobal tendrá el apellido de otra empresa participada por la anterior, Quabit. Todo dentro del sector inmobiliario.

Y hay otros nombres que cambian... aunque no se sepa cómo. Es el caso de Toledo, que ya no será más 'Lábaro'. La empresa inmobiliaria dejó de patrocinar a los toledanos. Los rumores dicen que la directiva toledana ya tiene apalabrado otro espónsor. Ojalá.