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J.ALBO
Sábado, 10 de julio 2010, 02:46
Carmen Morte, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, presentó ayer en Santo Domingo de la Calzada el libro 'Damián Forment. Escultor del Renacimiento'.
-¿Cómo surgió su interés por Damián Forment?
-Se trata de uno de los mejores escultores del Renacimiento en España. Ver los grandes retablos que tenemos en Aragón, y el hecho de estar tan cerca de una obra extraordinaria como es el Pilar, cuando comenzó a restaurarse en 1992, suscitó mi interés por seguir profundizando e investigando sobre el escultor. A ello se unió el que en 1995 comenzara la restauración del retablo de Santo Domingo de la Calzada.
-¿Es este el libro más completo de los que hay sobre Forment?
-De momento, es la mayor recopilación de imágenes, investigación y documentación que existe sobre él.
-¿Qué es lo que falta por saber de Damián Forment?
-Sobre todo, su etapa valenciana. Al haber desaparecido los archivos y su obra es un reto que no sé si alguna vez se podrá saber, ya que nos movemos en el terreno de la hipótesis.
-¿Qué es lo más singular del retablo de Santo Domingo?
-Creo que, en madera, es el mejor que ha hecho. Él resumió aquí lo que era toda su vida profesional y artística, y en él trata de conjugar todas las corrientes que se habían ido dando dentro de la escultura hasta esos primeros 40 años del siglo XVI.
-¿Cómo de inconcluso quedó el retablo con su muerte?
-Le debió sorprender una muerte súbita y por eso estaba sin montar, lo que hizo que después tuviera problemas de estructura. No obstante, salvo el remate, que se pudo modificar algo, él ya dejó prácticamente terminado el retablo.
-En el que se cree que está representado...
-Generalmente se solía autorretratar. Lo hizo en el retablo mayor del Pilar, acompañado de su mujer; en el de Huesca junto a su hija, porque se casó allí, y creo que aquí también se autorretrató y que, incluso, pudo hacer el de su mujer, que murió en 1539 cuándo él estaba aquí.
-¿Se sabe dónde está enterrado?
-En Santo Domingo de la Calzada, desde luego, porque muere en esta ciudad. Posiblemente, como era habitual cuando moría algún artista que había trabajado en la catedral, lo enterraron en el claustro, lo que pasa es que con las obras que se han hecho, a saber dónde estarán ahora sus restos. Su hija dijo que había hecho testamento, pero el notario indicó que había desaparecido.
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