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El típico atuendo blanco de San Fermín reviste la estación de autobuses logroñesa . :: J. HERREROS
«Logroñeses, ¡viva San Fermín!»
SOCIEDAD

«Logroñeses, ¡viva San Fermín!»

Jóvenes logroñeses relatan sus perspectivas ante los sanfermines: «Diversión, conocer gente y, nuevamente, pasarlo bien» La estación de autobuses de la capital riojana se engalana con el pañuelo rojo

JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ

Miércoles, 7 de julio 2010, 11:40

Cuentan por varios los logroñeses que no pudieron esperar al fin de semana para ir a los sanfermines y ayer mismo pusieron rumbo a Pamplona. Pasar la noche anterior al chupinazo viviendo la calma que precede a la tempestad es un lujo sólo al alcance de unos pocos, con piso propio o alquilado en la capital Navarra, o que cuentan con la hospitalidad de un amigo, amante o familiar dispuesto a acogerles. Y es que el cohete, que marcó el inicio de las fiestas, es uno de los momentos más deseados y esperados del año por muchos jóvenes, y no tan jóvenes, dispuestos a engalanarse de blanco y rojo por las calles de Pamplona.

Acarreando pesados macutos y todo tipo de complementos, éstos jóvenes van dispuestos a quedarse durante todos los sanfermines. Cualquier excusa es buena. «Hemos terminado exámenes hace bien poco y necesitamos descargar toda la tensión acumulada», comenta Beatriz Fraile, vecina de Logroño que marcha a Pamplona con dos amigas más: «Estudiamos en Pamplona, por lo que tenemos el típico piso de universitarios donde alojarnos», añade.

Un caso parecido vive Nacho García, que pasará todas las fiestas en el piso que comparte con sus compañeros de universidad. «No vamos a salir de fiesta todos los días, no tenemos prisa -dice-. Si hay que quedarse alguna noche en casa viendo una película tranquilamente, nos quedaremos».

La tranquilidad y previsión del martes se convirtió en agitación e imprevisión al día siguiente. El ambiente que se respiraba la mañana de ayer en la estación de autobuses logroñesa era más festivo. Los pesados macutos pasan a ser mochilas abarrotadas de bebidas alcohólicas, en algunos casos, y en otros, un simple bolso con lo básico para pasar la noche. Logroñeses de todas las edades reían y se abrazaban para poder aplacar el nerviosismo de sentir el chupinazo tan cerca.

Destino Pamplona

A las 10 horas arrancaban dos autobuses destino a Pamplona, los últimos que permitían llegar al chupinazo a tiempo, eso sí, en caso de que el tráfico de la capital navarra y el trasiego de gentes no impida la llegada a la plaza del Ayuntamiento antes de prender el cohete.Algunos optan por ir a pasar el día y volver por la tarde; otros, por pasar el día, la noche y volver al amanecer; y, otros, optan por ir y «a saber» cuándo volverán. Estos últimos, cuatro jóvenes bastante animados, comentan: «para dormir bien fácil; en cualquier parte, en cualquier momento, cuando nos entre sueño». Entre los pasajeros, hay tres chicas con «experiencia en los sanfermines», que van con la intención de disfrutar del chupinazo y volver pronto a Logroño. «Para salir por la noche de fiesta ya iremos el jueves, hoy simplemente a pasar el día por Pamplona y ver el ambiente. Y añaden que «de sanfermines esperamos lo de todos los años: extranjeros, fiesta y blanco y rojo», comentan entre risas. Otro método muy concurrido por los usuarios del «voy y vengo» es dormir las dos últimas horas en la estación de autobuses de Pamplona, «el parking de autobuses es subterráneo, por lo que estamos más o menos resguardados, además aquello está lleno de gente haciendo lo mismo, simplemente hay que buscarse un hueco y acomodarse», advierte un joven.

Chupinazo en el Hogar navarro

Mientras tanto, en Logroño, el consejero de Presidencia, Emilio del Río, el alcalde de Logroño, Tomás Santos, y el concejal de Promoción de la Ciudad, Ángel Varea, entre otras autoridades, celebraron el chupinazo de San Fermín desde el Hogar Navarro de la capital riojana, con pañuelo rojo y todo.

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