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El director de la película junto al cartel del documental en su estreno en Nueva York.
La 'premier' neoyorquina de Vivanco
CULTURA

La 'premier' neoyorquina de Vivanco

Vendedores y distribuidores de vino de la ciudad acuden al estreno en un prestigioso cine de arte y ensayoEl documental 'Vivanco: Devolver al vino lo que el vino nos ha dado' recopila la historia de la familia

M. HERVÁS

Viernes, 2 de julio 2010, 02:56

«Nuestra vida es el vino», afirma Santiago Vivanco en el documental que el miércoles por la noche presentó la saga de su familia ante una selecta audiencia de la industria neoyorquina del vino, incluyendo a representantes de la tienda más prestigiosa de la ciudad, Sherry Lehman, y a la directora de Vinos de España en Nueva York, Katrin Naelappa.

Fue un estreno insólito que durante 50 minutos trasladó a los espectadores a tierras riojanas, para seguir los pasos a las cuatro generaciones que han construido la famosa bodega Vivanco y su museo de la cultura del vino, en Briones (La Rioja). Realizado por el director de cine canadiense-británico Zev Robinson, 'Dinastía Vivanco: Devolver al vino lo que el vino nos ha dado' entró además en la ciudad de los rascacielos por una puerta poco común, el Anthology Film Archives, foco del cine más vanguardista e independiente de la ciudad, por donde pasan documentales y películas de todo el mundo.

«Yo estoy interesado en filmar la génesis de los vinos de España, visitando las distintas bodegas», explicó Robinson en el animado coloquio que siguió a la proyección. El cineasta, que vivió durante años en Nueva York antes de afincarse en Requena (Valencia), apenas si tuvo diez días para componer esta historia de profundo amor por la tierra y el vino que resume las señas de identidad de La Rioja a través de la familia Vivanco.

«Mis hijos y yo hemos ido evolucionando con los tiempos, porque no se puede hacer siempre lo mismo, hay que evolucionar», explica ante la cámara Pedro Vivanco, alma empresarial de un negocio que inició modestamente su bisabuelo en 1915, se mantuvo gracias al espíritu comercial de su abuela Felisa, todavía activa a los 86 años, y que hoy da trabajo a 200 personas bajo su guía y la de sus hijos, Rafael, director técnico, y Santiago, director del Museo y la Fundación que lleva el nombre familiar.

El documental «tiene el encanto de un filme hecho en casa», comentaba un espectador habituado a las presentaciones comerciales de zonas vinícolas de todo el mundo, que lanzan su asalto a la competitiva capital del mundo amparadas en el marketing. Realizado con la calma y austeridad de un filme japonés, 'Dinastía Vivanco' no es un documental coreografiado. Robinson deja a Pedro, Rafael y Santiago Vivanco explicar a su manera las pequeñas aspiraciones y los grandes logros que el tesón de una familia ha propiciado en este privilegiado rincón del planeta llamado La Rioja. De repartir vino con una bicicleta hace casi un siglo, los Vivanco han pasado a poseer 500 hectáreas de viñedo y su propia bodega inaugurada en 1982, a la que en el 2004 se sumó el Museo donde se exhiben las antiguas máquinas y artefactos de una cultura enraizada en los genes de estas tierras, que el apasionado y casi obsesivo coleccionismo de Pedro Vivanco ha salvado del olvido y preservado para la historia.

La presentación de este documental, en el corazón de uno de los barrios más de moda en Nueva York, el East Village, «puede servirnos de plataforma» a este lado del Atlántico, comentó una fuente de la bodega que acudió al estreno, además de emplear su paso por la ciudad de los rascacielos para mejorar los canales de distribución de los vinos Vivanco en este difícil mercado, donde se disputan un pedazo del pastel de consumo las principales bodegas del mundo. Como botón de muestra se ofreció a los asistentes a la proyección una degustación de vinos de Bodegas Vivanco acompañados de tapas.

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