Tres riojanos en el ascenso Txuri Urdin

La euforia invade San Sebastián. La Real Sociedad, después de tres años de sufrimientos en Segunda División, acababa de conseguir el ascenso a la máxima categoría sin tener que esperar a un último y agónico partido.

Y entre los que celebraron ese ansiado ascenso sobre el césped estaban tres riojanos, que siguen 'de marcha' y pasándolo bien mientras duren los actos conmemorativos de este gran paso dado por el club 'txuri urdin'.

Siete años en San Sebastián

Borja Viguera se puede decir que se ha hecho hombre y futbolista en el seno del club donostiarra, porque se fue de Logroño para empezar a jugar en juveniles. Siete años en la entidad dan para conocer todos sus entresijos y hablar como si fuera su casa. Subió esta temporada al primer equipo, por el que fichó por dos años, cumpliendo éste el primero.

No ha jugado casi, pero se siente tan vencedor como el que más: «Estoy viviendo un sueño, porque he subido al primer equipo y completamos el centenario del club con el ascenso. Es algo increíble y que hay que celebrar».

Borja sabía que tenía muy difícil jugar: «Nos iba a costar a los que subíamos del filial. Ya lo sabíamos, pero hemos aprendido mucho y no podemos pedir más. Tengo un año más de contrato y no sé que decidirán en el club. Podría quedarme o irme cedido a algún equipo. En cualquier caso, estoy muy contento».

Y con ganas de celebrarlo: «La noche del domingo fue algo dura y larga... Lo estamos viviendo con la afición y nos sentimos muy orgullosos de lo conseguido».

Dos temporadas

Sergio Rodríguez llegó hace dos años y ha jugado bastante. Este año lo ha hecho menos, pero el técnico tuvo el detalle de sacarle en el último partido: «Fueron doce minutos muy bonitos. Acabo contrato y no voy a seguir. Ha sido una forma de compensar el trabajo realizado durante el año».

Tenía cierto sabor agridulce la celebración: «Me hubiera gustado continuar, pero la experiencia no es fácil vivirla y menos como la del domingo. Fue el colofón a una temporada en la que nos ha salido casi todo rodado, siempre en cabeza y dejando buen fútbol donde hemos actuado».

Se le notaba encantado, porque fue de los que más gritaba y coreaba durante la vuelta al campo: «Fue porque lo vivimos con mucha emoción. Fue algo especial. Si en cualquier club es importante el ascenso, aquí lo era mucho más».

Y se enrolló al cuello la bandera de La Rioja: «Es que soy muy riojano. Me gustaba mucho dejar ver que La Rioja también estaba representada en el ascenso del club».

Si es cierto que deja la Real, podría pensar en regresar a casa, a Logroño... «No puedo negar que me gustaría, pero ahora es el momento de vivir a tope el ascenso del club. La vida sigue y después de estos días será cuando haya que volver a pensar en el futuro».

Y un técnico

También gozó con el ascenso, pero como lo hacen los entrenadores, Roberto Navajas, el preparador de los guardametas realistas. En la foto se le ve vibrando con el grupo delante de Martín Lasarte. Fue el que 'pasó' la bandera de La Rioja a Sergio nada más finalizar el partido.