Un penalti que no fue corta el sueño de la Oyonesa

Se acabó el sueño blanquiazul de intentar ascender por primera vez en su historia a la categoría de Segunda B. No pudo con un Coruxo veterano, experimentado y sabedor de lo que se jugaba, y tampoco con el ojo del colegiado, que castigó con la pena máxima una entrada de Chasco sobre Richi dentro del área, en la que el defensa primero despejó y luego se encontró con el rival que buscaba la portería.

El colegido había dado validez a la jugada del gol oyonés entre las protestas de los vigueses diez minutos antes, y no dudó en conceder la posibilidad del empate al conjunto gallego. Si en el minuto 48 Iosu ponía en ventaja a la Oyonesa con su gol, diez minutos más tarde rompía todo en pedazos.

Algo parecido ocurrió con las expulsiones. Cuatro minutos después de entrar en el campo, Tomás golpeaba con el codo la cara de Javi Sanz y el colegido mostraba al jugador gallego la roja directa. Nueve minutos más tarde, una falta normal, que incluso se podía dejar sin señalar, significaba la segunda amarilla para David Sánchez, con lo que se volvía a igualar la contienda. Empate en el marcador y en jugadores por equipo.

Se antojaba un buen arbitraje para este partido, pero tal vez el colegiado no supo cortar de raíz el juego sucio, bronco, desagradable en algunos momentos, y las brusquedades de ambos conjuntos durante el primer tiempo y decidió que con uno menos seguro que se iban a 'cortar' algo más los jugadores en sus entradas y protestas.

Partido duro y poco fútbol

El caso es que el sueño de la Oyonesa quedó roto en un partido que no destacó precisamente por su buen juego.

Ambos equipos tomaron posiciones tras el partido de Vigo y mientras en el campo visitante la presión rompía cualquier intento local, cuando el balón quedaba en posesión del Coruxo, duraba muy poco reposando. La rapidez era el arma gallega y la ponían en práctica a cada momento. Berni tuvo que lucirse a disparos de Antúnez, Baptiste y Mouriño para evitar l el tanto del Coruxo, mientras que Jorge Pérez no pasaba por problemas más que en los saques de banda en los que salía mucho para hacerse con el balón.

Juego , poco, brusquedades, golpes, malos modos en algún jugador, muchos. Había demasiado en juego como para que los nervios no saltasen en momentos puntuales.

Tras el descanso, en otro saque de banda, los oyoneses bloquearon la salida de Jorge Pérez, el balón quedó suelto, tocó Toño y terminó por rematar un Iosu que se resarció de los golpes dados y sufridos durante el primer tiempo.

El Coruxo empezó a jugar lo que no había hecho hasta ese momento y puso cerco a la portería de Berni, aunque sin problemas, hasta la jugada del penalti. Antúnez marcó con una gran tranquilidad y buen disparo y ya no hubo más partido. Los locales intentaban jugar, pero los gallegos no dejaban que el balón llegase a su área. Incluso pudieron marcar en un contragolpe, pero la mano de Berni sacó el disparo de Antúnez.

Pitido final, felicitaciones para los vencedores y amargura entre los locales por no poder mantener viva la ilusión del ascenso.