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DIEGO MARÍN A.
Martes, 25 de mayo 2010, 11:30
No es común que una liga riojana la gane un equipo foráneo, pero a veces pasa. Puede ocurrir (y ha ocurrido), sobre todo en competiciones en las que, como el Grupo XVI de Tercera División Nacional, compiten la Oyonesa de Oyón (Álava) y el Vianés de Viana (Navarra) por cercanía con nuestra comunidad; o en la liga juvenil de baloncesto, en la que compite el Cronos Nova Diet de Miranda de Ebro porque todos sus rivales castellanoleoneses son más lejanos que cualquiera de sus rivales riojanos.
Entre provincias limítrofes no es extraño que ocurra esto pero sí es más raro que un equipo cántabro juegue la liga riojana juvenil de balonmano. Es lo que sucede con el Club Balonmano Diluvio, que a todos los efectos federativos es un equipo de Haro y que juega sus partidos en casa en el Polideportivo Municipal El Ferial de esta localidad.
«Creamos una base para el Club Balonmano Sinfín de Santander, que compite en División de Honor B, juntando a jugadores de diferentes equipos cántabros. Eso sentó mal a algunos clubes y de una idea bonita se pasó a un ambiente enrarecido», confiesa Fernando Herreros, entrenador del equipo, con experiencia al frente de equipos como el Teka y el CAI Aragón, al que ascendió a Asobal.
Y tan mal sentó en Santander la creación de este nuevo equipo juvenil que los clubes exigieron derechos de formación de más de una docena de jugadores por un valor de 70.000 euros. «Eso no se podía pagar y se nos echó encima el plazo para inscribir al equipo en la liga cántabra. Intentamos entonces que los jugadores regresaran a sus clubes de origen pero no les aceptaron, así que buscamos el modo de que los chavales no se quedaran sin jugar», explica Herreros.
Varios intentos
Así, el Sinfín pidió inscribirse sucesivamente en las ligas de Castilla y León, Asturias y País Vasco, sus comunidades vecinas, sin obtener respuesta positiva. «El único sitio posible era La Rioja, que dentro de lo que cabe es lo más cercano. Aunque parecía complicado, el Ayuntamiento de Haro nos cedió las instalaciones deportivas y la Federación Riojana de Balonmano no puso ningún problema a nuestra inscripción», afirma el entrenador.
Fernando Herreros, además, es vallisoletano, de la escuela de técnicos de Juan Carlos Pastor (C.B. Valladolid) y Jota (Naturhouse La Rioja), de los que afirma ser buen amigo. «Somos un club riojano a todas luces e incluso estamos haciendo un esfuerzo para que tres de nuestros jugadores estén en la selección riojana, los llevamos a entrenar desde Santander a Logroño», declara Herreros.
Durante la temporada, el Diluvio, que toma su nombre de su patrocinador (un bar de tradición balonmanista en Santander) ha sido el mejor equipo de la liga riojana. No ha perdido ningún partido y se clasificó sin problemas para el play off por el título, que ganó al imponerse por un claro 29-40 y 30-19 al Construcciones Pascual Ciordia de Arnedo.
Sin problemas
Los 200 kilómetros y dos horas de viaje entre Santander y Haro, que se incrementan a casi 300 kilómetros y tres horas de viaje en los desplazamientos a Arnedo, no han sido un impedimento para los juveniles del C.B. Diluvio. «Como la mayor parte de los partidos los jugábamos los sábados por la tarde, no ha habido muchos madrugones, tan solo dos: curiosamente, en los partidos jugados en Vitoria», explica Fernando Herreros. Y es que la liga riojana juvenil de balonmano la han jugado esta temporada siete equipos: cinco riojanos (dos filiales del Naturhouse, el Calasancio, el IES Comercio-Santa María y el Pascual Ciordia) y dos foráneos (Diluvio de Santander y Corazonistas de Vitoria).
«Estamos muy agradecidos a la Federación y a La Rioja por habernos permitido jugar, nos han tratado extraordinariamente bien», declara Herreros, que siente que «el deporte es una filosofía y el balonmano, para mí, una religión». No obstante, la experiencia riojana probablemente quede tan solo en una anécdota: «Nuestra intención y deseo es inscribirnos el próximo año en la liga cántabra».
El pasado mes de abril el Diluvio disputó en Zaragoza la fase nacional como campeón riojano ante tres filiales de equipos de liga Asobal: Barça, CAI Aragón y Arrate; y aunque perdió los tres partidos (37-28, 23-40 y 35-34, respectivamente), la actuación fue muy meritoria.
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