El Naturhouse guarda para el invierno

El Naturhouse está haciendo de hormiguita. Como en la fábula, los hombres de Jota González van acumulando puntitos, esperando que cuando llegue el frío les sea suficiente como para sobrevivir. Porque el invierno se avecina, y puede ser muy duro.

Un vistazo a la tabla anima a ser optimista: el objetivo de quedar séptimo o incluso sexto de la liga parecería más que posible. Ahora mismo, los franjivino son séptimos, empatados con el sexto, a cinco puntazos del octavo y a siete del noveno. Un pedazo de colchón, sí señor.

Pero tiene truco, porque el Naturhouse está remando, como si dijéramos, corriente abajo. El calendario le ha emparejado con algunos de los equipos de abajo, mientras sus rivales más inmediatos reciben la visita de los grandes más grandes. Eso abre diferencias, pero tiene fecha de caducidad. A partir de abril todo será al revés, y el Naturhouse deberá pasar por todos los grandes (le quedan cuatro de los seis primeros) mientras a los que vienen por abajo les tocará el turno de jugársela con los -teóricamente- más fáciles de la Asobal.

Y eso que, según advierte Jota González, el entrenador del Naturhouse, «entramos en un momento de la temporada en que todos los partidos son complicados para todo el mundo». Los de abajo, «porque lo consideran finales y tienen que puntuar, sobre todo en su casa». Y los grandes... porque son grandes.

Esa distancia

Pero está claro que el calendario hace que la clasificación de los de González tenga algo de ficticio. «Ahora te ves con distancia, pero sabes que los de abajo tienen luego otro calendario más favorable. Y sabes que o sumas ahora, o luego va a ser mucho más difícil».

El momento para el Naturhouse es, pues, ahora. Tras la victoria contra el colista del sábado pasado, toca ahora visitar Toledo, que es un rival con mucha trampa. Porque los toledanos son un rival muy peligroso en casa, donde han caído rivales muy importantes. Y luego será Alcobendas el que visitará el Palacio de los Deportes.

Y mientras tanto, los de abajo tienen que penar. En esos dos partidos, Cuenca deberá jugar contra el Barça en casa y contra el Octavio en Vigo. Peor lo tendrá Antequera, que recibe al San Antonio y luego viaja al Palau. Granollers, el siguiente de la lista, tiene sin embargo un calendario más parecido al del Naturhouse, pero recibe a Octavio y luego viaja a Eibar, dura cancha.

El problema que tiene el Naturhouse es que este momento de recoger semillas le llega cuando está padeciendo demasiados problemas físicos. Ayer, por ejemplo, Jota no tenía a sus órdenes ni a Sasha Tioumentsev ni a Marc Amargant ni a Paco López. Eso, sin contar a los lesionados Juárez y Bashkin. «Tenemos muchos tocados, y eso hace que no estemos en el mejor momento», advierte. Pero también confía en los suyos: «Este equipo siempre lo intenta en todas las canchas, y lo vamos a seguir intentado».