La Protectora de Animales salva a una mastín de una trampa de furtivos

'Jar' encontró la muerte en un lazo-trampa. Era una perra setter, de cuerpo blanco salpicado por motas negras. Tuvo la mala suerte de caer cautiva y no pudo liberarse del alambre que le oprimía el cuello. Murió estrangulada. Su compañera tuvo más fortuna. 'Suka' también fue atrapada por el cepo, en el vientre. El azar quiso que la ayuda llegara a tiempo y le librara de una muerte segura. Es un mastín, de menos de un año, blanco. El color negro destaca en sus orejas y mancha uno de sus ojos. Ahora se recupera en el centro de la Asociación Protectora de Animales.

La Rad es un paraje de Agoncillo utilizado por el Ejército y la Guardia Civil como zona de pruebas. Allí aparecieron en enero multitud de trampas en forma de lazo, como las que habitualmente utilizan los cazadores furtivos. En dos de ellas, se encontraban los canes. La Guardia Civil de Agoncillo descubrió los mortíferos cepos y se puso en contacto con la Protectora de Animales de La Rioja. «La patrulla de la Guardia Civil no conseguía liberar al perro que aún estaba vivo. No disponía de herramientas adecuadas para romper el lazo metálico y tampoco contaba con un lector de microchip», recuerda Carmen Faulín, presidenta de la organización.

Dos voluntarias se acercaron hasta La Rad, junto a los agentes. «Se desplazaron con las herramientas que pudieron encontrar y una sierra que les prestó otro voluntario. Con ellas pudieron rescatar a los animales de su cautiverio».

La perra setter estaba muerta -«tuvo que ser horrible», lamenta Faulín- por estrangulamiento tras los esfuerzos infructuosos por liberarse de la trampa. El animal llevaba un microchip con su nombre: 'Jar'. También hallaron atrapada a una mastín de menos de un año. Aún vivía. «Nuestras voluntarias consiguieron liberarla con gran esfuerzo y la llevaron después al veterinario de la Asociación Protectora de Animales de La Rioja, quien aunque no encontró heridas de gravedad la dejó ingresada esa noche por precaución», relata Carmen Faulín.

La presidenta de la Asociación Protectora de Animales de La Rioja consideró «lamentables» estos sucesos. La Guardia Civil ha abierto diligencias por estos hechos para dar con los autores de las trampas mientras que la Protectora presentará oficialmente una denuncia.

Respecto a los cepos, Faulín aseguró que estas personas «buscan indiscriminadamente y sin escrúpulos la captura de cualquier animal, pero también puede quedar atrapado cualquiera que pase por la zona». Los voluntarios de la asociación y los agentes de la Guardia Civil hallaron en el campo de La Rad multitud de trampas.

Hoy, 'Suka' ha recuperado su porte pero en su vientre aún quedan marcas de la macabra acción.