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J.V.MUÑOZ-LACUNA
Viernes, 26 de febrero 2010, 11:15
Samuel Martín, el sacerdote de 27 años cesado como párroco de las localidades toledanas de Noez y Totanés por haberse gastado cerca de 20.000 euros de estas parroquias en líneas eróticas, webs sobre sexo y prostíbulos, está recibiendo ayuda psicológica para tratar de superar su problema.
El lugar donde está siendo tratado se desconoce pues el Arzobispado de Toledo quiere evitar el acoso mediático al polémico cura.
Fuentes del Arzobispado sólo se limitan a indicar que el padre Samuel será sometido a un examen psiquiátrico porque el Derecho Canónico así lo establece para este tipo de casos.
En este sentido, explicaron que se deben establecer una serie de eximentes, agravantes y atenuantes, y que el examen psicológico se podría hacer con el fin de determinar si existe alguna enfermedad. Por lo que si el resultado del examen es positivo, contaría como una eximente.
Igualmente, las mismas fuentes señalaron que el Derecho canónico también prevé en casos como este que, según las investigaciones, se pueda llegar a la inhabilitación o a la suspensión.
Profesor ejemplar
El dinero de la Iglesia gastado por este sacerdote para sus aficiones sexuales y sus anuncios en Internet -con fotos en paños menores incluidas que se han podido ver en este periódico- ofreciendo su cuerpo a cambio de dinero han causado gran estupor en el clero toledano y sorpresa entre quienes lo conocían en sus parroquias de Noez y Totanés y en los dos institutos de Torrijos (Toledo) donde impartía clase de Religión.
Samuel Martín sustituía a otro profesor desde finales de enero en los institutos de Secundaria Juan de Padilla y Alonso de Covarrubias y su trabajo era bien valorado.
Según el jefe de estudios de este segundo instituto, Eugenio García-Paredes, el padre Samuel era un «profesor ejemplar» que «cumplía perfectamente con su cometido, asistía a todas sus clases regularmente y cumplía su programación».
«No ha habido ninguna queja contra él y cumplía su cometido como cualquier otro profesor», explicó ayer el jefe de estudios del instituto Alonso de Covarrubias, quien reconoció que estos hechos han causado «gran sorpresa y consternación» en el centro, en el que por sus declaraciones queda claro que profesorados y alumnos estaban contentos con él.
«Todos deseamos que pueda superar la situación por la que está pasando lo antes posible y que todo se aclare», añadió en forma de deseo dedicado al ex profesor del centro.
Cuadro a salvo
Lo que sí está ya claro es que el cuadro de San Jerónimo, del siglo XVII, que Samuel Martín trató de subastar en Internet, está seguro y a salvo.
Esta obra de arte, propiedad del Arzobispado de Toledo y cedida a la iglesia parroquial de Noez, había sido embalada para su restauración «y el Arzobispado me garantiza que está en la casa parroquial», según confirmó la alcaldesa de esta localidad, Yolanda Sánchez.
Mientras el padre Samuel recibe tratamiento psicológico para afrontar su particular adicción, el Arzobispado mantiene abierta una investigación interna para aclarar lo sucedido. Y es que la jerarquía eclesiástica de Toledo no descarta que el párroco pueda haber sido víctima de un posible y misterioso chantaje. Al parecer habrá pronto más datos sobre el caso.
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