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PILAR MANZANARES (COLPISA)
Viernes, 26 de febrero 2010, 11:38
El sombrero de Indiana Jones sigue, de momento, colgado en el perchero. Aunque habrá más películas de esta saga, Harrison Ford desenfunda de nuevo su carisma para encarnar a un personaje bien distinto, el doctor Robert Stonehill, en 'Medidas extraordinarias', un drama basado en hechos reales sobre un padre (Brendan Fraser) que quiere salvar a sus hijos, aquejados por una rara enfermedad genética, de una muerte más que prematura, dirigida por Tom Vaughan. Ford es productor ejecutivo de este filme, y asegura que es el único proyecto de los que tenía entre manos, junto al también productor Michael Shamberg, que ha sobrevivido. Y eso que han pasado ya seis años desde que lo pensaron, y que se siente «orgulloso» de haber participado en él.
El científico que encarna es un nuevo héroe, a pesar de que el actor niegue saber cómo se interpreta a uno. «No tengo héroes. Admiro a las personas por su trabajo, por lo que hacen o por quiénes son, pero no creo que sea una ventaja ser percibido como un héroe o como alguien que los interpreta. Yo no sé cómo se interpreta a un héroe» asegura.
«Mi mayor ambición ha sido siempre madurar y encontrar oportunidades en el cine y papeles interesantes para mí y de los que me pueda sentir orgulloso. Realmente no me interesa el mensaje, y esta película no es de ésas. Siempre busco lo diferente en papeles y proyectos. Ésta es la coherencia que se ve en todo mi trabajo y no hay nada nuevo aquí», afirma el actor.
Cedido el protagonismo a Brendan Fraser, asegura Ford sentirse «contento» de ser el secundario dado que «es evidente que la audiencia quiere ver a personas de su misma generación, y yo ya no tengo 35 años». «Además -agrega- los protagonistas deben mantener una continuidad y estar a la altura de las expectativas, mientras que los secundarios tienen más libertad de confrontación y pueden desviarse un poco de lo marcado para lograr hacer algo diferente.
Mi personaje, que es pura ficción, puede por el hecho de estar en un segundo plano crear conflicto, interés y esperemos que también humor, motivos más que suficientes para que me interesase el papel».
Lo cierto es que a estas alturas se puede permitir casi cualquier lujo, ya que su carrera está plagada de personajes, con mayúsculas, que han pasado a la historia del cine: Han Solo, Indiana Jones, Rick Deckard o John Book, el protagonista de 'Único testigo', que le condujo a la nominación a un Oscar en 1986.
«Fue aquel papel el que me abrió las puertas de la oportunidad, porque el éxito de 'La Guerra de las Galaxias' o de Indiana Jones no fue suficiente para que la gente pensara si era o no capaz de actuar. De hecho sé que dudaban de mi capacidad y se echaban las manos a la cabeza. Así que fue el éxito que obtuvimos con 'Único testigo', dirigida por Peter Weir, lo que me permitió demostrar, o simplemente indicar, cuáles eran mis ambiciones y demostrar mi capacidad», sostiene ahora.
El Oscar como negocio
A pesar de que la estatuilla se le resiste, HarrisonFord tiene en su haber 20 premios, como el Saturn Award o el Cecil B. DeMille, aunque lo cierto es que no les presta la menor atención. ¿Quién lo haría cuando esos minutos en los que aparece en 'K-19: The Widowmaker' le reportaron 25 millones de dólares a los que había que sumar el 20 por ciento de los beneficios conseguidos, y cuando se es uno de los actores más conocidos del mundo?
«Me importa la utilidad, poder ofrecer algo de lo que yo como actor puedo aportar a una película o un director. De hecho, cuando buscan a un actor los directores no piensan en alguno que tiene muchos premios; su interés va por otros derroteros. Para mí los premios no significan nada. Además, hay también una diferencia entre promocionar una película, que es lo que he venido a hacer a España, y hacer una campaña para ganar un Oscar. Ganar un Oscar es como un negocio. Si lo quieres, es necesario emprender una campaña para llevártelo a casa. Y esto no lo digo como crítica a nadie, porque reconozco que hay buenas motivaciones para hacerlo, como conseguir que tu película tenga una nueva oportunidad para lograr el éxito financiero, algo que puede lograr una estatuilla» dice.
Con Oscar o sin él, sus credenciales avalan sus trabajos con los mejores directores de cine: Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, Ridley Scott, George Lucas o Robert Zemeckis, por mencionar algunos.
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