Le piden 4 años de prisión por vender medicamentos veterinarios como drogas

El Ministerio Fiscal, en su escrito de calificación de los hechos, solicita una pena de cuatro años de cárcel para una mujer por un presunto delito contra la salud pública. También reclama para ella una multa de mil euros y, en caso de impago, sesenta días de prisión.

De acuerdo con el relato de la acusación pública, el 5 julio del pasado año, sobre las 7.30 horas, se encontraba en la calle Toriles de Calahorra. En ese momento llevaba en su bolso «en condiciones aptas para su distribución» cuatro papelinas de speed en bolsitas de plástico termoselladas, anfetaminas con un peso neto de 1.690 miligramos y con una riqueza base del 9%, 5,9 gramos de hachís con una riqueza del 7,6% y dos bolsitas de plástico que contenían 25 y 15 pastillas.

Pese a que las pastillas tenían apariencia de éxtasis y llevaban el logotipo Mitsubishi, finalmente resultaron ser clorofenilpiperazina, con un peso total de 10,99 gramos. La procesada también portaba en su bolso 20 euros en moneda fraccionada «procedentes de la ilícita actividad», detalla el fiscal.

Precisamente, la clorofenilpiperazina es una sustancia empleada en veterinaria para tratar parásitos, que no está sometida a fiscalización por los convenios internacionales suscritos por España. Además, esta sustancia es un psicotropo de potentes efectos estimulantes y alucinógenos para el ser humano.

Sus efectos iniciales son similares, aunque de mayor toxicidad, al éxtasis, mescalina o LSD. Produce alucinaciones, principalmente visuales, migrañas, ansiedad, angustia, pánico, brotes de violencia, dilatación de pupilas, alteración de la conciencia, espasmos musculares, hipertensión, taquicardia, fiebre, arritmias, insuficiencia renal, daños neuronales, depresión, apatía, alteraciones de memoria e insomnio.

Según el relato del Ministerio público, si la acusada hubiera distribuido todas las pastillas aprehendidas, habría obtenido cerca de 400 euros.