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C.A.M.
Sábado, 13 de febrero 2010, 20:53
La Rioja, merced a TVR, recuperó ayer la gala para elegir a sus guapos oficiales. Después de varios años, en los que los representantes riojanos en los certámenes nacionales de belleza eran elegidos lejos de la Comunidad y por un sistema poco transparente, el público que ayer abarrotó el Auditorium Municipal de Logroño pudo ver cómo se elegían a los más guapos de su tierra entre los supervivientes de la primera criba realizada hace unas semanas en otra gala semifinal celebrada Calahorra.
José Antonio San Marcelino, un navarro nacido en Azagra hace 26, ingeniero técnico industrial, que vive y trabaja en Logroño desde hace tiempo es el más guapo y acudirá al concurso de Míster España 2010 para representar a La Rioja. La elección fue tan reñida que el voto de calidad de la presidenta tuvo que romper el empate con Javier Suárez, el primer finalista y también Míster Elegancia. En los puestos de honor les acompañó Javier Moreno, segundo finalista, y Míster Simpatía (elegido por sus propios compañeros).
La elección de Miss Rioja no estuvo tan reñida, pero sí más cargada de emoción. Antes de la final, Sara Pérez ya se sabía elegida por sus compañeros como Miss Simpatía y Beatriz Morales como Miss Elegancia.
Pero las votaciones del jurado al estilo Eurovisión (cada miembro otorgaba sus puntos que iban reflejándose en la pantalla gigante) caldeó el ambiente tanto como lo habían hecho antes las canciones de Huecco o la actuación del grupo Perfusión. Cada puntuación era recibida con vítores o abucheos, por un público completamente entregado, en función de las fobias y las filias de cada uno. Al final, Beatriz Morales fue la que sumó más puntos y por tanto, recibió la corona de Miss La Rioja 2009. Sus damas de honor (denominadas finalistas) fueron Julia Otto y Beatriz Delgado. Beatriz Morales es nacida en Logroño hace 20 años. Luce unos preciosos 178 centímetros de altura y estudia Administración y Finanzas. Con su elección, ve su sueño hecho realidad.
Antes de la elección, todos los candidatos desfilaron ante el jurado y el público que acudió al Auditorio, primero con ropa informal; después con bañador o bikini (en el caso de las féminas) y finalmente con traje. Aunque sin duda, uno de los momentos más tensos para todos ellos fue cuando Quique Martínez Armas -conductor de la gala- les sometió a las preguntas escritas para ellos y ellas por el público asistente. Los nervios dejó a más de uno en blanco, pero de una u otra forma consiguieron salir del compromiso.
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