Secciones
Servicios
Destacamos
COLPISA / AFP
Sábado, 17 de enero 2015, 03:03
El Papa ha celebrado una misa con gran recogimiento este sábado en la región del centro de Filipinas devastada por el supertifón 'Haiyán', orando por las víctimas y los miles de damnificados que sobrevivieron, más de un año después de la catástrofe.
Francisco ofició la ... ceremonia en el aeropuerto de Tacloban ante una numerosa muchedumbre que fue a recibirlo, a pesar del viento y la lluvia debidos a la aproximación de una tormenta tropical. Los peregrinos, entre los cuales los organizadores distribuyeron ponchos de plástico de color amarillo, aclamaron al Sumo Pontífice quien también vestía sobre su sotana blanca un impermeable transparente. "Y, cuando vi desde Roma esta catástrofe, sentí que tenía que estar aquí y enseguida decidí hacer el viaje (...) Quise venir para estar con ustedes. Un poco tarde, me dirán, pero estoy. Estoy, para decirles que Jesús es el Señor y que Jesús no defrauda", aseveró en un discurso en español cargado de emoción.
Situada en la isla de Leyte, a 650 kilómetros de Manila, Tacloban fue el epicentro del tifón, que provocó los vientos más violentos hasta ahora registrados en el mundo. Conocido en Filipinas como 'Yolanda', en 2013 'Haiyán' provocó 7.350 muertos y desaparecidos, así como enormes daños en las infraestructuras en una de las regiones más pobres del país.
Unos catorce millones de personas, alrededor del 15% de la población nacional, viven en la zona arrasada, dedicada a la agricultura y la pesca. Millones de ellos no cuentan con un techo ni medios de subsistencia, y están expuestos a enormes peligros en caso de producirse otra gran tormenta.
El mal tiempo le obliga a acortar su viaje
"¡Padre!, puede decirme alguno de ustedes, ¿por qué perdí mi casa, mi familia, por qué estoy enfermo...? Es verdad eso que decís y lo respeto. Pero lo veo a Jesús allí clavado (en la cruz), y Él desde allí no nos defrauda". "No tengo palabras que decirles. Él (Jesús) sí sabe. Muchos de ustedes se habrán preguntado por qué Señor, y a cada uno Él le responde desde el corazón (...) Hagamos silencio, miremos al Señor porque Él pasó por todas las cosas. Yo marcho junto a ustedes en silencio", añadió el Papa.
Teresita Raza, de 65 años, pasó toda la noche en el aeropuerto para asegurarse poder ver al Papa. "Es como si viera a Jesucristo", exclamaba. "Su presencia reconforta a todas las víctimas de la tragedia. Aliviana su peso", añadía.
Llegado el jueves a Filipinas, Francisco tenía previsto almorzar con 30 supervivientes e ir a una iglesia. Pero las precipitaciones y el viento le han obligado a tomar antes de lo previsto el avión de regreso a Manila.
Durante todo el recorrido realizado desde su llegada al archipiélago, centenares de miles de personas han aclamado al Papa. Su estilo directo y cálido, sus mensajes sobre las desigualdades y la devoción popular, la importancía de los lazos familiares, ayudan a aumentar su enorme prestigio en el archipiélago, en el que más del 80% de sus 100 millones de habitantes son fervientes católicos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.