Canaliegos fanfarrones, tiradores de la barra...

Heredero de este entretenimiento es el lanzamiento de rabiosa, un juego de reciente invención, que consiste en lanzar lo más lejos posible una rabiosa, que es como se conoce a la azada en los pueblos de la ribera del Ebro. Su origen 'oficial' lo encontramos en la localidad navarra de Marcilla, donde ya llevan veinte años celebrando su particular campeonato del mundo.

Una modalidad deportiva y rural que tiene sus seguidores en Agoncillo, localidad riojana que celebra en agosto su campeonato de lanzamiento de azadón (se distingue de la azada en que la pala, cuadrangular, es algo curva y más larga que ancha).

Volviendo al lanzamiento de barra, en Canales de la Sierra, un pueblo de hondas tradiciones castellanas, todavía es popular el dicho que reza así: «Canaliegos fanfarrones, tiradores de la barra, que aunque no tengan un duro nunca les falta fanfarria». Como recoge Eparco Blanco en la revista 'El Papamoscas', que se editaba en la localidad, eran varias las teorías sobre lo que significaba el dicho -que si los canaliegos tenían fama de ser buenos barrenadores en el manejo de la barra con que perforaban la roca o había mayores que recordaban un juego en el que dos niños sentados en el suelo, uno enfrente del otro, agarraban una barra y tirando de ella medían sus fuerzas- aunque la mayoría citaban a este deporte rural consistente en el lanzamiento de una barra de hierro a la mayor distancia posible.