OS NECESITAN

No sólo el equipo deberá demostrar que merece estar aquí. También lo demostrará la afición. El Palacio de los Deportes, uno de los campos más concurridos de esta liga, puede ser parte fundamental para que el Darien siga ahí.

«Claro que es muy importante», explica Toño Díaz, uno de los entrenadores del equipo riojano. «La grada es fundamental para los jugadores». Y más ante un rival como los malagueños.

Los Darien-Antequera son, a estas alturas, un pequeño clásico del balonmano español. Logroñeses y malagueños se han enfrentado todos los años desde que nació el equipo riojano. Y siempre se jugaban mucho: el ascenso (en Primera y División de Honor) o la permanencia, ahora. «En estos partidos el espectáculo está garantizado», afirma Díaz. «Los partidos entre Darien y Antequera siempre son muy parecidos, con muchas cosas en juego y muy emotivos».

Ruido... sin pasarse

Eso no garantiza el triunfo, claro. Que se lo digan a Antequera: la suya es posiblemente la cancha más ruidosa de la división, y allí consiguió vencer el Darien.

En el público logroñés, además, se está viendo una clara evolución. El año pasado ya era muy numeroso, pero no demasiado implicado, como todo público recién nacido.

Ahora, sin embargo, las cosas han cambiado. «El público de Logroño sabe cuándo el equipo le necesita», afirma Luismi Ascorbe, el otro entrenador franjirrojo. «Cuando estamos más necesitados, más gritan, y eso ayuda mucho». Aunque a veces se corre el riesgo de pasarse de frenada, como ocurrió con un pequeño sector en el partido ante Almería. «Cuando se tiran cosas, o se insulta a los árbitros, eso puede volverse en tu contra, predisponerles contra ti», afirma Díez. «Hay que gritar, animar, silbar... pero no pasarse», explica.

Los jugadores también sienten el apoyo de la grada. El pivote Gustavo Alonso, por ejemplo, reconoce que «ver la grada reventar es una grandísima ayuda para nosotros». Y ya puestos, pide: «Que metan mucho ruido, que no paren hasta que ganemos».