Trabajado y merecido

Superado el colapso inicial, los franjirrojos se pusieron por delante con aparente soltura. Se trataba de superar la defensa planteada por Julián Ruiz, que aspiraba a atascar la creación de juego del Darien y acelerar el ritmo del encuentro.

La defensa manda

Pero el Bidasoa se encontró ayer con muchos problemas que resolver. Por un lado en la portería, donde Gurutz realizó una primera parte para enmarcar con 11 paradas. Además Gabor, Backovic e Isaías estuvieron inmensos en defensa. El alicantino dejó un magnífica impresión, ya que además tuvo confianza para lanzar, a pesar de que no estuvo demasiado fino en esta faceta. Pero ahí estaba Tvedten. El noruego, que dejó marcado al Bidasoa en la primera vuelta, anotó ayer ocho goles para demostrar que ha vuelto por sus fueros.

Con todo esto el Darien dominó con soltura la primera mitad y todo hacía presagiar un segundo tiempo tranquilo.

Pero en la segunda mitad y tras una contra de libro, los de Alberto Suárez acusaron de nuevo un ligero bajón que aprovechó el Bidasoa para hacer un parcial de uno a siete en los primeros diez minutos que dejaba el marcador en un inquietante 13 - 15.

Reacción oportuna

Sin embargo, el Darien suple sus carencias con un espíritu encomiable y eso se nota en los momentos difíciles. Además la implicación del grupo es absoluta y ayer quedó de nuevo patente. El banquillo aprovechó el trabajo previo y apuntilló al rival en el instante preciso, es decir cuando no hay capacidad de reacción.

Primero volvió a tomar las riendas del encuentro con un parcial de cinco a cero que tuvo a Tvedten y Humberto como protagonistas. Con ventaja en el marcador, el Darien coqueteó de nuevo con el riesgo al desperdiciar una nueva ventaja de tres goles. La igualdad en el luminoso disparó la adrenalina y Torrego y Pepe Novelle cogieron el testigo de sus compañeros. Armand realizó tres paradas, incluyendo un penalti a Nilsson, que sirvieron para mantener al equipo arriba y el canario se la jugó con aplomo. Anotó los últimos cuatro goles del Darien, uno de ellos un escuadrazo que conviene guardar en el archivo. Soberbio.

La victoria fue un justo premio a los méritos del equipo y de la grada que ayer colaboró a la perfección con los suyos.

Muchos pensarán que el equipo pasó más apuros de los debidos, pero en esta categoría nadie regala nada y menos a un recién llegado. Lo más positivo es que hasta el momento el Darien ha demostrado que ante los de su 'liga' es un equipo tremendamente competitivo. Si al carácter del equipo se le añaden más de tres mil gargantas animando, el Darien es más un problema que un rival. Ahora toca ir a Valladolid a dar la cara, aunque después de lo visto en León, ¿por qué no soñar con una sorpresa?