Nada es imposible

Iker Romero, David Barrufet y compañía llegan a Logroño en un momento complicado. Reeditar título ya es casi una quimera para ellos, y deben volver el sábado a la Copa de Europa. Tienen, además, alguna baja sensible: el pivote Igor Vori, clave en la defensa, se quedó ayer en Barcelona por culpa de un proceso gripal. Y el lateral Jerome Fernández no está al cien por cien, como tampoco Lazlo Nagy, recién salido de una lesión.

En Logroño, mientras, se espera una noche muy especial. Dada la demanda de entradas los días previos, se espera una gran entrada, próxima al lleno; de hecho, el club ha cambiado la hora del partido (a las siete de la tarde) para facilitar la asistencia. El Darien llega con la única baja de Alberto Martín, aún sin fecha de reaparición; Alberto Suárez cuenta, así, con 15 jugadores, por lo que mañana deberá descartar a uno.

El Palacio vivirá hoy, pues, una noche única para el deporte riojano. El Barça es favorito, claro; pero cosas más raras se han visto: nada es imposible.