¿Que siga la fiesta!

Las chicharreras cumplen su segunda temporada en la categoría de plata. La campaña pasada sufrieron lo indecible para mantenerse en Liga FEV, hecho que consiguieron en una agónica última jornada, y gracias en parte a las jarreras, ya que las tinerfeñas necesitaban una serie de resultados parar lograr el objetivo, entre las que se encontraba que las riojanas vencieran su encuentro contra el Valladolid.

Esta campaña, el Mazotti tiene objetivos más ambiciosos. Su mira está puesta en conseguir una de las cinco primeras plazas de la clasificación al final de Liga, para lograr la permanencia en la segunda división del voleibol femenino español. Por el momento se mantienen en el buen camino, ya que se encuentran a un solo punto del Haro Rioja Voley. Tan solo ha caído derrotada en una ocasión, frente a Miranda Grupo 2002, y acumula cuatro triunfos.

La mejora respecto al año pasado tiene mucho que ver con el acierto en los fichajes. Francis Hernández ha confeccionado un grupo en el que se mezcla la veteranía y la juventud. La directiva tinerfeña se ha hecho con los servicios de jugadoras de gran nivel, como son la colocadora americana Cassidy Marino; la opuesta española Liliana Alonso, procedente del Universidad de Oviedo Campus Gijón; la central estadounidense Melissa Robinett; la pareja de voley-playa formada por la receptora Amparo Hopf y la polivalente Patricia Barrios, del Universidad de Valencia, y la ex jugadora del equipo jarrero Mayte Cámara.

Por lo que respecta al Haro Rioja Voley, la plantilla riojalteña se presenta sin novedades destacables y con todas las jugadoras a disposición de Hugo Gotuzzo. El objetivo está muy claro: mantener su casillero de derrotas a cero. Así los expresa Melisa Callo. «Queremos seguir mejorando e intentar ganar con el mejor resultado posible, si podemos por 3-0, mejor que por 3-1. Además, contamos con la ayuda de los aficionados, que un año más están inmensos».