NO ESTAMOS LOCOS VAMOS A POR EL PORTLAND

Pues ya está: aquí viene uno. El actual líder de la liga Asobal, invicto en España y en Europa, llega a Logroño. Es el Portland San Antonio de Pamplona, un equipazo repleto de internacionales, una gloria del balonmano en la pista. Un grupo que da miedo.

O no. El Darien se dispone a plantar pelea, a ir a por ellos. Sabiendo que la realidad es como es: si todo es normal, el Portland ganará, y lo hará bien.

Las diferencias en la liga Asobal entre los muy grandes y la clase media son abismales. Cada año, los tres grandes -Portland, Barça, Ciudad Real- pierden uno o dos partidos con los equipos «mortales». Entre todos. Y por ahora, en las ocho jornadas de la liga de este año, no han sufrido ninguna derrota contra esos equipos.

«Alguna tiene que ser la primera», explicaba ayer Alberto Suárez, el técnico del Darien. Eso no significa que el gijonés se haga ilusiones. «Es uno de los mejores equipos del mundo. Si se les puede hacer partido, mejor que mejor. Pero sabemos que son complicados».

Bajas

El Portland visita Logroño con dos bajas importantes: la del pivote Ratko Nikolic y la del lateral Cristian Kjelling. Dos estrellas cuya ausencia sería definitiva en muchos equipos, pero que en el Portland supone sólo un inconveniente. Hay fondo para sustituirlos.

Los navarros, además, sufren lo que les pasa a esta clase de equipos cuando llegan las convocatorias internacionales. Zupo Equísoain, el entrenador pamplonica, no contó mas que con un par de jugadores durante toda la semana pasada. El grueso de sus hombres volvió a España el lunes, y han entrenado juntos un día. «Pero tienen plantilla para afrontar eso y más», advierte Suárez.

El Darien, mientras, tiene las bajas que empiezan a ser clásicas en este primer tramo de la temporada: el croata 'Dado' Jagacic y el navarro Alberto Martín, que se pierde el encuentro oficial con sus ex compañeros.

Una fiesta, en fin. «Un Darien-Portland es un premio para todos los que han trabajado en este proyecto», afirma Suárez. Y en las gradas tiene que ser una fiesta, una oportunidad para disfrutar del balonmano». Del mejor balonmano del mundo. Y soñar está permitido.