«Están heridos y los heridos son peligrosos»

Sea como sea, lo que está claro es que «hay que jugar». «Tenemos que seguir sobre todo con la personalidad del último partido», señala el técnico. Un espíritu que resume en «jugar con desparpajo, correr, estar alegres en el campo, mover mucho el balón y ser continuos en la defensa, para así poder recuperar balones y correr».

Nada fácil contra un equipo con muchísima calidad adelante -en pivotes, primera linea y extremos- y contra el de defensa que más daño le ha hecho al Darien: un 6-0 cerrado, con muchos kilos y mucha potencia. «Intentaremos que el partido esté lo más ajustado posible».