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Pasó Valladolid, pasó Ademar: rivales contra los que sí se exige pelea, pero apenas resultados. Se ganó en Irún, se peleó en Santander: todo lo que se sacara allí sería por añadidura. Pero ahora llega el Balonmano Algeciras al Palacio de los Deportes; y es un partido que hay que ganar. La pelea contra el descenso comienza en serio esta noche.

No será fácil, claro: Algeciras es un rival peligroso. Debutó en Asobal el año pasado, y consiguió lo que nadie esperaba: novena posición, a un pelo de entrar en Europa, pese a unos problemas económicos crónicos que a punto estuvieron con mandarles de vuelta a la B. La plantilla se renovó completamente este año, pero por ahora les va bien: ya han ganado dos partidos, uno de ellos al CAI Aragón.

Desde Algeciras han llegado esta semana lamentos de lesiones y enfermedades. Alguna baja habrá -la del portero griego Tsilimparis parece la más clara- pero seguramente no será para tanto. Estas cosas entran en la picaresca de los días previos a los partidos.

Sin Jagacic

El Darien que recibe al BM Algeciras, por su parte, ha recuperado a Humberto Julién, aunque no aún al extremo croata Dalibor Jagacic, cuya recuperación no ha terminado.

El tercer partido en el Palacio será el primero realmente asequible para los franjirrojos. El gran ambiente que se ha vivido en los dos primeros partidos en casa debe por fin tener el premio de una victoria. El público será fundamental para que el Palacio no sea un campo fácil.