Periplo riojano

El combinado que entrena Andrea Anastasi afronta el principal compromiso de la temporada en la Liga Europea en la que busca el título. España vivió los mejores momentos de su historia durante 2005. En septiembre logró el cuarto puesto en el Campeonato de Europa, la mejor clasificación de la historia del voley pista. Antes del sensacional torneo, España disputó la Liga Europea y los Juegos Mediterráneos. El combinado nacional cambió Liga Mundial por Liga Europea, por la coincidencia en fechas del torneo con los Juegos Mediterráneos que se celebraban en Almería.

En la Liga Europea alcanzó un meritorio tercer puesto. Después de finalizar en segundo puesto de grupo, los nacionales se clasificaron para la Fase Final, donde se cruzaron en el camino de Rusia. El combinado ruso, que jugaba en casa, demostró su superioridad y apartó de la final a España. Los de Paco Hervás vencieron a Turquía en la final de consolación.

En el segundo gran acontecimiento del año, los Juegos Mediterráneos, España logró el objetivo de estar en la final. Hizo un torneo impecable, pero no pudo culminar la hazaña, ya que cayó en la final 3-2 ante Egipto en un apasionante partido.

Poco después vendría la gran decepción del año. España no logró clasificarse para el Campeonato del Mundo del 2006. Los españoles no pudieron ganar ningún partido y quedaron eliminados. Este resultado propició la dimisión de Francisco Hervás, tras cuatro años de buen trabajo realizado.

La salida del técnico sevillano posibilitó que el segundo entrenador, Óscar Novillo se hiciese cargo del equipo para el Campeonato de Europa. España logró el billete para semifinales, convirtiéndose en uno de los cuatro mejores equipos. La increíble actuación de la selección nacional pudo tener incluso su guinda, ya que los de Novillo se quedaron a las puertas de la gran final, tras perder con Serbia y Montenegro.