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RAFA ELÍAS
Domingo, 4 de junio 2006, 02:00
«Hemos llegado a un acuerdo de forma rápida y cordial», explicaba Pablo Rodríguez. El asturiano, que ha jugado las dos últimas temporadas en las filas del Darien, prefería jugar que quedarse previsiblemente en el ostracismo: «Para mí es prioritario jugar. En Logroño he vivido dos años fantásticos, pero la próxima temporada no estaba muy claro lo que podía suceder. Por lo que conozco, Pamplona es una ciudad de características parecidas a Logroño. Además, el Anaitasuna es un equipo con mucha tradición de balonmano y ahora me ha ofrecido lo que buscaba», reconocía el guardameta.
Sobre su salida del club, el jugador manifestaba que se había producido de forma cordial: «En el deporte se producen estas situaciones. La directiva me lo ha dado muchas facilidades por lo que me marcho con un grato recuerdo», indicó.
Desde el club también había palabras de agradecimiento para Pablo Rodríguez: «Ha hecho dos temporadas muy regulares y su papel ha sido fundamental para conseguir el ascenso», explicaba el vicepresidente, Ángel Oregui. Pablo es el tercero de los descartes que conocen su futuro junto con Bösze -Octavio- y Vermirovsky -Teucro-. Ahora queda por saber el destino de Avelino, Sergi, Ramiro, Pirri y Barbón.
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