

Secciones
Servicios
Destacamos
G.S.
Domingo, 2 de abril 2006, 02:00
El conjunto jarrero dejó un buen sabor de boca, pero una evidente falta de regularidad en su juego le privó de conseguir cotas más altas. Comenzó muy enchufado el Haro, dirigido por una Marta García muy acertada en la recepción, y una Luciana Branco perfecta en la colocación. La ruidosa afición riojana estaba viendo al equipo que quería: agresivo y desvergonzado, arriesgando en cada punto. No obstante, ese riesgo acarreó muchos fallos en el saque, por lo que el Sanse recuperaba con facilidad los puntos que tanto esfuerzo y concentración costaban a las visitantes.
La balanza se decantó por el lado local y esa misma urgencia por llevarse el punto parecía que iba a condenar al Haro en el segundo parcial. Pero con 17-10 en contra, las riojanas no se rindieron y disputaron sus mejores minutos hasta conseguir una pelota de set. El Haro había dado una lección de coraje. La consigna: apostar fuerte. Ejemplo de ello, el último punto del segundo set: Melisa podía haber rematado a no fallar, pero el Vinos Buenaventura ansiaba cada punto: habían venido a por todas.
Menos fuelle
En el tercer set, después de acariciar la remontada y sin tiempo para asimilar el palo, el Haro perdió fuelle. Su bajonazo vino además acompañado de un excelente despliegue físico y técnico de las sanseras, que sellaron la victoria sin miramientos.
Como señaló Hugo Gotuzzo, entrenador de las azulinas, al final del partido, si Haro consigue una mayor versatilidad en su juego «sin altibajos y a un nivel de 80% durante todo el partido», se puede ser optimista con el futuro más próximo del equipo riojano.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.