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G.S.
Domingo, 26 de marzo 2006, 01:00
Pero todo llega. Un año después, con un equipo reforzado y una mentalidad poderosa, las jarreras se plantaban en Valladolid. Ha sido una temporada brillante en lo deportivo, pero nada fácil: todo el club se tuvo que sobreponer al fallecimiento en accidente de tráfico de la jugadora logroñesa Lorena Ojeda. Y ayer, en el pabellón Fuente de la Mora, las azulinas tocaron el cielo. Para entrar en él, hay que ganar la fase de ascenso. Pero eso es otra historia.
El partido de ayer no fue cómodo. De inicio, las jugadoras de Hugo Gatuzzo acusaron en exceso el nerviosismo. Una losa demasiado pesada para un equipo que estuvo arropado por una nutrida representación de aficionados riojanos: más de 150 personas llegaron a Valladolid para acompañar a las jarreras en su gran momento.
El buen comienzo de las vallisoletanas hizo que las locales se marcharan en el marcador desde los primeros compases del encuentro. Tras unos minutos marcados por la igualdad, el Universidad logró una ligera renta en el electrónico que obligó al técnico visitante a pedir un tiempo muerto para intentar reconducir el juego de las jugadoras jarreñas.
En la segunda manga, el Voley Haro saltó a la cancha mejor plantado y con un mayor orden defensivo, lo que favoreció a las visitantes para imponerse en los primeros tantos del segundo set. Aún así, las jugadoras de Gatuzzo continuaban mostrándose demasiado erráticas en el saque, algo que favoreció a las locales para mantener sus opciones en el partido.
De hecho, la mayor envergadura de las rematadoras riojanas dio alas al conjunto visitante y fueron las jarreñas las que se impusieron en la segunda manga. Con empate a uno en el marcador, el tercer set comenzó con un gran equilibrio para ambos conjuntos, ya que mientras las riojanas atacaban con gran acierto la ordenada defensa de las locales, el Universidad de Valladolid se defendía como gato panza arriba del constante acoso de las pupilas de Gatuzzo.
Tras un tercer set que se convirtió en el más largo del encuentro y en el que vencieron las jugadoras visitantes, la cuarta manga fue más contundente y tuvo menos historia. Quedó evidente el poderío riojano y al Universidad de Valladolid le costó demasiado anotar ante el vendaval ofensivo de un Voley Haro enrachado que celebraba su pase a la fase final del campeonato liguero. Las jugadoras, al acabar el partido y entre lágrimas, desplegaron dos pancartas: «Lore, te queremos» y «Gracias a la marea azul».
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