Gurutz superstar

«Cuando jugaba en Bidasoa me llamaron en varias ocasiones, pero por un motivo o por otro no pude acudir. Ahora sí puedo y le verdad es que me ha hecho mucha ilusión que se hayan acordado de mí», reconocía el irundarra ayer, una vez confirmada la noticia.

Gurutz ha desarrollado prácticamente toda su carrera deportiva en el Bidasoa y el pasado verano llegó a Logroño para reforzar la portería del Darien. Su trabajo, combinado con el de Pablo y Óscar Santibáñez, ha dado como resultado que el Darien sea en estos momentos el equipo menos goleado de la categoría con unos números impecables.

La convocatoria de Gurutz para el partido del 15 de abril necesitó del permiso de la directiva y el cuerpo técnico: «Los equipos de Asobal tienen el compromiso de ceder a sus jugadores para este partido, pero al estar en Honor B, necesitaba el permiso del club para asistir», explicaba el cancerbero.

Tampoco le costó mucho recibir el permiso: «Para el jugador es algo magnífico porque implica que su labor no pasa desapercibida a pesar de haber recalado en una categoría inferior, pero para el club es un reconocimiento muy importante y sinónimo de que algo se está haciendo bien», manifestó el gerente del Darien, Ángel Oregui.

El resto de sus compañeros acogió la noticia con agrado, porque como reconocían algunos miembros de la plantilla «es un motivo de orgullo para todos que el día a día del trabajo de algún compañero tenga una recompensa».

A pesar de todo, Gurutz no pierde su habitual calma: «Lo importante es la competición y el liderato del equipo. Esto es bonito, pero no deja de ser una anécdota. Nuestro objetivo es mantener la primera posición y nada ni nadie va a despistarnos de nuestra meta. Lo mejor es que dependemos de nosotros y eso nos da un poco más de confianza», zanjaba antes de dirigirse al entrenamiento.

El 'Partido de las Estrellas', se disputará el próximo 15 de abril en Segovia. Allí Gurutz tendrá la oportunidad de advertir a sus «compañeros» de que Logroño huele a Asobal y explicarles las excelencias del Palacio de los Deportes y de una afición que sin descanso arropa a los suyos.