Samba franjirroja

El combinado brasileño llegaba a Logroño después de haber disputado un exigente torneo contra selecciones importantes y quizá también pudo acusar el cansancio. El caso es que en cuanto el equipo de Suárez se afanó en la zaga, pudo lanzar unos contragolpes acabaron por minar la resistencia carioca.

Con un siete poco habitual, al equipo de Suárez le costó apenas diez minutos coger el ritmo. A partir de ese momento, el Darien disfrutó hasta el descanso de su mejor juego. Laclavic se convirtió en un estilete que se presentaba una y otra vez ante la portería brasileña. El checo se gustó y regaló un amplio repertorio de goles.

Por si esto fuera poco, los 'cañoneros' demostraron que el parón navideño no les ha sentado nada mal y tuvieron la oportunidad de ensayar los lanzamientos desde casi todas las posiciones.

Brasil se veía superado por un bloque serio que, como viene siendo habitual, no acusó los cambios y en el que cada uno aportaba lo suyo.

En la segunda mitad, el Darien bajó un poco el ritmo y los cariocas lo agradecieron, porque hasta ese momento los franjirrojos habían impuesto una cadencia de juego muy exigente. La selección que dirige Jordi Ribera aprovechó la circunstancia para dejar sobre la cancha del Palacio los mejores momentos de su juego.

A pesar de todo, el Darien no perdió la compostura y mantuvo a raya a su oponente hasta el bocinazo final.

El partido cumplió con lo que se espera de un encuentro de estas características y lo mejor para el aficionado fue comprobar que la plantilla ha vuelto a un buen nivel, salvo algunas excepciones, como la de Pepe Novelle que continúa con su recuperación.

La próxima cita será ya en serio. El equipo vuelve a la competición el sábado a las ocho de la tarde frente al OAR La Coruña.