«He aprendido lo duras que son las categorías bajas»

El chaval era Aitor Aldeondo. Desde aquel día, Aitor ha pasado por absolutamente todas las categorías del fútbol español, hasta recalar en el CD Logroñés. Y con éxito: su marca (19 goles en 15 partidos) es casi un record.

- Ha pisado usted todas las categorías del fútbol español

- Sí, la verdad es que desde que me marché de la Real Sociedad he conocido muchos lugares y muchas cosas; he jugado en campos buenos y malos,y tenido experiencias buenas y malas. Pero creo que eso me ha hecho aprender muchas cosas, y ver lo realmente duro que es el fútbol en las categorías bajas.

- Echando la vista atrás, ¿se ha preguntado qué le faltó para mantenerse en Primera?

- Sí, claro que sí. A veces estás en un equipo a gusto, pero llega otro entrenador y, por una cosa o por otra, no eres de su agrado. Entonces el club decide cederte, o venderte, y las cosas son cada vez más difíciles. Además, hay que tener en cuenta que ahora los jugadores extranjeros son más rentables, o al menos parece que hacen ganar más dinero a alguien, y los nacionales lo tenemos cada vez más difícil. Sobre todo en mi puesto. En la Real, por ejemplo, desde que llego Aldridge, se ha puesto como tradición que los delanteros sean extranjeros. Y eso que es uno de los clubes que más cuidan la cantera. En equipos como el Barça, por ejemplo, los chavales ni se lo plantean.

- Y llega al Logroñés, un 'ex-grande' en situación difícil...

- Yo tengo claro que no vengo a un equipo pequeño, sino a un grande que, por circunstancias, está en Tercera. Y yo me hago un reto: que igual que el Oviedo, donde también estuve, subió, que pase lo mismo con el Logroñés.

- Por ahora las perspectivas son buenas. ¿Hay confianza en el grupo?

- Yo creo que estas situaciones hacen que la plantilla esté más fuerte y más unida. Y en el Logroñés hay una cosa importante, que desde el que más manda al que menos pinta, todos están convencidos de tirar para adelante. He visto siempre mucha unión, y muchas ganas de sacar esto adelante.

- Su inicio goleador no fue demasiado bueno, pero ahora está muy consolidado.

- Sí, me costó un poco adaptarme, igual que me pasó en Oviedo. Pero desde el primer día, en Rincón de Soto, vi que había que trabajar muchísimo, y sin florituras.

- ¿Hay muchas diferencias para un delantero entre una división y otra?

- Al final, uno siempre hace el juego que sabe. A mi me gusta salir a las bandas, dar salida a mis compañeros... Claro, en Primera te encuentras con defensas de más calidad, pero al final hay que trabajar lo mismo.