El PSOE permitirá gobernar a Rajoy para evitar nuevas elecciones

Es pronto para decir que las aguas han vuelto a su cauce porque el socialista sigue siendo un partido fracturado. Aún así, el encuentro de hoy se ha distinguido, según sus asistentes, por el tono "sereno y respetuoso" de las intervenciones. Y, pese al ya consabido malestar de las bases, pocos han sido los militantes que esta vez se han acercado a las puertas de Ferraz para expresar su indignación por una posición política impopular y polémica. Tampoco se ha sabido nada de las más de 80.000 firmas a favor de un congreso extraordinario urgente que el alcalde de Jun aseguraba haber recopilado entre las bases.

En todo caso, a los socialsitas les quedan aún momentos tensos por vivir. Los afines a Pedro Sánchez acatarán en su mayor parte lo acordado hoy, pero es casi seguro que los siete diputados del PSC y los dos de la federación balear incumplirán la disciplina de voto. El primer secretario del partido catalán ha pedido, de hecho, que se entienda que en una cuestión como esta los suyos puedan tener una posición distinta a la del PSOE. La gestora y no pocos dirigentes territoriales, sin embargo, parecen poco dispuestos a pasar por alto que, después de haber participado en la votación de hoy, alguien pretenda obviar su resultado. Aún así, el presidente de la gestora ha evitado a hablar de las consecuencias de un voto diferencial. "Intentaré persuadirlos", ha dicho.

A la cita de este domingo -que ha empezado con la elección del exvicesecretario general, José Blanco, como nuevo presidente de la Mesa del Comité (es decir, el encargado de dirigir el debate)- ha faltado Pedro Sánchez. Podía acudir en su condición de exsecretario general y cabía la duda de si lo haría para liderar hasta el final el 'no' que supuestamente le ha llevado a la tumba política. Pero no ha sido así aunque ha utilizado las redes sociales para mostrar su parecer.

Ahora queda saber qué hará en la investidura, si renunciará a su acta de diputado, se ausenará, votará no o acatará el dictamen de la mayoría, que es, en resumidas cuentas, un voto negativo al a investidura de Rajoy en primera votación ("por el rechazo frontal a sus políticas") y una abstención en segunda ("con el objetivo de desbloquear la situación institucional").