C's entregará el 'sí' a Rajoy a cambio de seis condiciones asumibles por el PP

El líder de la formación naranja ha considerado que "ante un candidato que no confirma la fecha de investidura y un líder socialista desaparecido", su partido se ha visto obligado a plantear posibles soluciones para desbloquear la situación. Y han llegado a la conclusión de que "podemos poner en marcha este país si hay una apuesta inequívoca por la regeneración y la lucha contra la corrupción".

Para ello, Ciudadanos ha puesto sobre la mesa seis requisitos que trasladará mañana a Mariano Rajoy en la reunión que ambos líderes políticos mantendrán dentro de la ronda de consultas para la investidura. Los puntos en cuestión, que Rivera ha definido como "el talón de Aquiles" del actual Gobierno del PP, son: la reforma de la ley electoral, la separación inmediata de imputados por corrupción, la eliminación de aforamientos, el fin de los indultos por corrupción, la limitación de mandatos y la creación de una comisión parlamentaria y de transparencia sobre el 'caso Bárcenas'.

"Si el PP acepta estas condiciones y pone fecha y hora al debate de investidura, todo está abierto", ha asegurado el político catalán, que ha aclarado que el hipotético acuerdo con los populares sería únicamente para la investidura de Rajoy, no para gobernar y, "ni mucho menos", para entrar en el Ejecutivo.

Andalucía y Madrid, ejemplos

Justificando este nuevo giro en lo que ha hecho su partido para permitir el gobierno de Cristina Cifuentes y Susana Díaz, el líder de Ciudadanos ha recordado que tras el "fracaso de la vieja política", los nuevos partidos "no podemos hacer lo mismo". "En este momento importante y delicado de España, donde hay muchos riesgos, hay que dar un paso, mojarse, buscar soluciones", ha dicho el líder de C's.

Antes de hacer públicas sus exigencias, Rivera ha telefoneado a Rajoy y se las ha enviado por escrito. Los dos políticos se reunirán mañana por tercera vez desde el pasado 26 de junio. Tras la reunión de la semana pasada, el catalán señaló que mantendría su abstención en el debate de investidura de Mariano Rajoy, pero ambos insistieron que se había abierto una vía de negociación y un "canal de comunicación permanente" de cara al futuro Gobierno. El presidente en funciones apuntó que se trataba de "un primer paso hacia el desbloqueo político".