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Ander Azpiroz
Lunes, 9 de mayo 2016, 11:44
Aunque con más apuros de los previstos Podemos e Izquierda Unida lograron este lunes sellar el acuerdo para concurrir juntos a las elecciones del 26 de junio. Ambas formaciones han logrado superar el gran escollo de la configuración de las listas, un problema que bloqueaba ... la alianza desde finales de la pasada semana.
Alberto Garzón exigía contar al menos con una decena de escaños a pesar de que en las generales de diciembre sólo obtuvo dos. La petición, sin embargo, resultaba a priori excesiva para la formación de Pablo Iglesias que solo estaba dispuesta a asegurar cinco diputados para IU.
Finalmente, el acuerdo contempla que en cada circunscripción las listas se elaborarán en una proporción de un representante de IU por cada seis de Podemos. Esto supone que la formación de Garzón se aseguraría en torno a los nueve diputados que había exigido en las negociaciones, de repetirse los resultados del 20-D. Además, según ha confirmado el secretario de Organización de IU, Adolfo Barrena, el líder de IU será número cinco en la lista por Madrid de la coalición IU-Podemos.
Además, IU se garantiza encabezar la candidatura al Senado en cuatro circunscripciones. Con las encuestas al alza, la federación de izquierda ha logrado así imponer sus exigencias a Podemos, al que los mismos sondeos dan una tendencia a la baja. Sobre el orden de las listas, las dos formaciones aplazaron su confección toda vez que el plazo para registrarlas no concluye hasta el 23 de mayo.
La elección de un nombre
Otro de los temas espinosos de las conversaciones ha sido el nombre con el que se presentará la coalición. Aunque Podemos e IU no desvelaron hoy el nombre de la coalición si dejaron de manifiesto que las siglas de cada partido figurarán en la papeleta de votación.
Este es otro triunfo de la formación de Garzón que quiere resguardar su identidad. Mantener las siglas era precisamente una de las condiciones impuestas por las corrientes internas de IU lideradas por Gaspar Llamazarez y Cayo Lara que temen que la confluencia de Podemos pueda suponer la desaparición de la federación de izquierda.
Sobre los gastos de campaña, Podemos e IU acordaron repartirse de forma proporcional las subvenciones electorales según la representación que obtenga cada partido e IU obtendrá además la cuarta parte del dinero público que corresponda por el número de votos obtenidos. De la subvención anual para financiar los gastos ordinarios de los partidos políticos, IU recibirá una cuarta parte más un 5% adicional por los votos obtenidos en los comicios y lo que le corresponda por el número de escaños.
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