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Melchor Sáiz-Pardo
Miércoles, 20 de abril 2016, 08:23
El exsecretario de las infantas Carlos García Revenga se desvincula absolutamente del Instituto Nóos, a pesar de haber sido tesorero de aquella organización sin supuesto ánimo de lucro. Fui tesorero del Instituto Nóos pero no tuve intervención más allá de algunas cosas que me pidió ... don Iñaki, ha afirmado ante el tribunal. En esa línea de desmarcarse de todo, ha afirmado que no tenía ni idea de que, al margen del instituto, había otras empresas como Nóos Consultoría, que sí que tenía ánimo de lucro. Me hablaban solo de Nóos. Nunca vi ninguna documentación, se ha excusado el testigo, que llegó a estar imputado durante unos meses en este caso.
El testigo ha insistido en que jamás hizo nada en Nóos. Me puse yo de tesorero para que no se pusiese doña Cristina, ha alegado, parapetándose en que le dijeron que en las fundaciones el cargo de tesorero no era ejecutivo. No he ejecutado ninguna función. Nunca me pidieron nada. Era para echar una mano en lo que pudiese, pero no para el día a día, ha apuntado.
García Revenga, que se ha presentado como asesor de las infantas de septiembre de 1993 a enero de 2015 y todavía amigo de las hermanas de Felipe VI, igualmente ha puesto tierra de por medio en la gestión de Aizoon, la empresa de los exduques de Palma y supuestamente usada para defraudar. Ni idea, ha vuelto a refugiarse el exsecretario, cuando la Fiscalía le ha inquirido por el día a día de aquella mercantil.
De Aizoon solo ha reconocido saber que estaba en su propia casa (en la de los exduques) entrando por la otra puerta. Una vez más ha alegado no tener ni idea de las funciones de Cristina de Borbón en esa sociedad. Solo sé que era una sociedad al 50% del matrimonio, ha apuntado.
Carlos García Revenga ha insistido en que jamás se planteó que en Nóos hubiera ninguna irregularidad. Era suficiente garantía para entrar en Nóos que estuvieran doña Cristina, don Iñaki y don Diego Torres, ha apuntado el testigo a preguntas de la Abogacía del Estado, siguiendo impertérrito en su estrategia de marcar distancias con el instituto hasta el punto de alegar que, incluso, falsificaron su firma en algún documento de Nóos, ya que él no participaba en nada de esa institución.
El testigo ha negado que su presencia en Nóos fuera para ejercer una función de control sobre Urdangarin por parte de la Casa Real, tal y como afirmaron Urdangarin y la propia infanta en su declaración ante el tribunal. Don Iñaki me consultaba cosas pero él tenía total libertad. Unas veces me hacía caso y otras no. Era una relación de dos amigos, ha señalado.
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