Rajoy asume que no podrá ser reelegido al no contar con el apoyo del PSOE

A pesar del cuestionamiento que el partido de Rivera mantiene sobre la figura del candidato de los populares tras los casos de corrupción destapados en la anterior legislatura, Rajoy asegura que en absoluto se ha pedido su cabeza en el encuentro de hoy. Es más, el líder del PP está convencido de que el último escándalo de su partido en Valencia no merma de ninguna manera sus posibilidades de llegar a un acuerdo de Gobierno.

Hoy por hoy, sin embargo, la pelota está sobre el tejado del PSOE que, tras el encargo del Rey, trata de lograr los apoyos para gobernar. De esto, en cualquier caso, no han hablado Rajoy y Rivera en la cita. Ambos se han centrado en buscar aquellos puntos programáticos en los que podrían ponerse de acuerdo.

Es más, el presidente trata de recuperar la iniciativa política, cedida desde hace una semana a los socialistas. De ahí que haya presentado un documento en el que fija los cinco pactos de Estado que convendría alcanzar en esta legislatura: acuerdo por el crecimiento económico y el empleo, consenso sobre la reforma fiscal y la financiación de las CCAA, pacto social, acuerdo educativo y, el último, para el fortalecimiento institucional.

Este texto, entregado a Rivera, ha sido remitido también al secretario general del PSOE y será el que mañana explique Rajoy en su reunión con Sánchez a las cinco de la tarde. No me va a pedir apoyo para su investidura y no quiere nada conmigo, no sé exactamente a qué voy y como no lo sé, lo que voy a hacer es contarle esto, ha avanzado el presidente.

Hay un punto en el que las tres formaciones estarían de acuerdo y es el de la flexibilización de los objetivos de déficit. Eso yo ya lo hice, a España ya se le flexibilizaron los objetivos del déficit y estoy absolutamente convencido de que a los países que tienen la voluntad de conseguir la estabilidad presupuestaria, que se lo toman en serio y que han sido capaces de reducir el déficit, pues también la UE actúa con flexibilidad e inteligencia, ha sentenciado Rajoy.

Cuando el martes la mesa del Congreso fije la fecha del debate de investidura, el presidente y Rivera establecerán el calendario para que sus equipos sigan dialogando. Los dos coinciden en la protección de la soberanía nacional ante el desafío independentista, y aunque el jefe del Ejecutivo está dispuesto a atender las reformas constitucionales que se planteen, insiste en que lo más importante es comprometerse con la Constitución.