Díaz agradece a González su consejo de que no se vaya a Madrid: «Siempre piensa en lo mejor para mí»

Cuestionada sobre qué le parecen esos consejos de González, ha señalado que le parece natural, "porque me tiene mucho cariño y yo a él y es de agradecer que siempre piense en lo mejor para mí, pero yo no estoy en esas cosas ahora".

Susana Díaz ha desayunado este jueves con González aprovechando su visita a Sevilla, algo que, según ha expresado, es algo "normal" porque hablan y se ven mucho y además a ella le gusta escuchar al expresidente. Por último, preguntada sobre si coincide con González en que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se debería ir, se ha limitado a responder que "no hay nada peor que uno no se dé cuenta".

Repetición de elecciones

En la entrevista concedida ayer a Canal Sur Televisión, Felipe González consideró que el escenario de repetición de las elecciones generales a la vuelta del verano es hoy posible y probable. A su juicio, aunque la propuesta formulada por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es sensata e inteligente ésta no servirá de nada si se siguen bloqueando posiciones. González abogó por un ejecutivo PSOE-Ciudadanos, buscando acuerdos programáticos con Podemos, contra los que arremetió por sus vínculos bolivarianos, y no pudo ocultar su perplejidad por la situación interna de los socialistas. Se equivocaron todos, dijo sobre el comité federal tras los comicios en el que volaron cuchillos hacia Sánchez.

González defendió el intento del líder socialista de formar gobierno, máxime cuando Mariano Rajoy declinó por dos veces intentarlo. Un movimiento de trileros más que de políticos, sentenció, considerando que el presidente del PP está acabado políticamente aunque él aún no lo sabe. No obstante, reprochó los vetos cruzados de las formaciones, especialmente Podemos, asegurando que los ciudadanos no entenderían que se volviera a las urnas, con el calendario actual de investidura en septiembre probablemente, para conseguir un resultado similar al del 20-D. Me daría vergüenza que se repitiera esa situación, aseguró, lamentando que en España falta cultura de pactos cuando la composición del Parlamento se sale de lo habitual.

Así, González elogió al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, porque aunque se equivocó en la campaña, ha sido quien mejor ha leído el mandato de los ciudadanos para que nos entendamos. Menos amable fue con los dirigentes de Podemos, a los que en todo momento quiso diferenciar de sus votantes, muchos de ellos provenientes de su propio partido. Tras calificar a Pablo Iglesias de "personaje" y tildar como "disparatada" la rueda de prensa en la que propuso un acuerdo de gobierno al PSOE situándose de vicepresidente, el exdirigente socialista rechazó un acuerdo de gobierno, aunque no acuerdos puntuales programáticos. Unos acuerdos que irían encaminados sobre todo a obtener las mayorías necesarias para reformar por consenso la constitución, fundamentalmente en un sentido federal.

A pregunta de los entrevistadores, negó que demonice a la formación morada e incluso tenerles miedo porque puedan arrebatarles votantes. En momentos de tensión el PSOE es tradicionalmente el partido que pierde, dijo, asegurando incluso que si su formación deja de ser el instrumento al servicio de la mayoría social no me sirve. Para atacar a Podemos retomó los vínculos con Venezuela, recordando que hasta su propuesta de juramento para cambiar una constitución moribunda es copiada del chavismo o reprochando que dirigentes de un partido puedan asesorar a gobiernos de otros países, una situación que ha asimilado a las puertas giratorias aunque con carácter previo dado que los cuadros de Podemos aún no han pasado por ningún Gobierno. En este punto, González marcó la que considera su única línea roja para cualquier pacto. Nunca pactaría, ha reiterado en varias ocasiones, con quien cuestione la unidad de España y que la soberanía nacional reside en todos los españoles.

El expresidente también tuvo palabras para la situación de crisis interna en su partido, expresando su sorpresa por las críticas a veces sin mucho fundamento y livianas vertidas por muchos dirigentes socialistas en el comité federal celebrado tras las elecciones generales. A mi juicio, se equivocaron todos, reprochó, nunca había tenido tanto esa sensación de estar en desacuerdo con unos y otros. Y aunque no quiso expresar su deseo por su voluntad de no interferir en los planes de los actuales cuadros de su partido, sí se mostró claro. Tiene fortaleza y liderazgo para ir donde quiera pero creo que tiene que cumplir una responsabilidad en Andalucía, aseguró. Aunque fiel a su voluntad de no querer interferir en las decisiones de los actuales dirigentes, zanjó el asunto diciendo que si yo fuera Susana Díaz, no me presentaría a la secretaria general y la candidatura a la presidencia en mayo.