Torres asegura que Urdangarin le ofreció un puesto en Telefónica a cambio de convertirse en «chivo expiatorio»

Tras las andanadas contra su examigo (al que siempre ha llamado don Iñaki), el exvicepresidente de Nóos ha centrado en Zarzuela y en su relación con la fundación bajo sospecha por haber desviado a bolsillos privados más de seis millones de euros de la administraciones de Baleares, Valencia y Madrid. No es una acusación contra la Casa Real porque no había nada ilegal, para acto seguido sostener literalmente que la Casa Real era informada, lo conocía, lo supervisaba e, incluso, a veces colaboraba en los trabajos del instituto.

El grado de conocimiento y supervisión era espectacular, ha insistido, antes de recordar que él mismo ha presentado más de 300 correos electrónicos relacionados con las gestiones de la Jefatura del Estado sobre la fundación. Nadie que lea esa documentación le queda ninguna duda, ha reiterado. No hay absolutamente nada recriminable en estos mensajes. Nos supervisaba mucha gente, estábamos muy tranquilos de que nada de esto podía ser objeto de cuestionamiento. No es admisible que se diga que operábamos de espaldas a nadie, se ha excusado. Nos decían que todo estaba bien hecho, que estaba estupendo, se ha quejado.

Según Torres, además la Casa Real, a través del asesor de Juan Carlos I, el conde de Fontao, no le pidió a Urdagarin que dejara en 2006 el Instituto Nóos, tras surgir las primeras polémicas sobre los gastos. De acuerdo con Torres, el asesor del entonces Rey propuso que Urdangarin siguiera vinculado con la fundación, aunque no en primer plano.

"Desmentir"

Diego Torres, que ha reconocido que desde hace ocho años no mantiene ningún contacto con su exsocio, ha insistido en que va a poder demostrar su inocencia porque de sus empresas no hay ninguna factura falsa o que no se corresponda con la realidad.

No hay un solo párrafo (del escrito de acusación de acusación) que no puede desmentir categóricamente, se ha jactado.

No así, según el exsocio, Iñaki Urdangarin, en lo que se refiere en los temas fiscales. En ninguna de mis empresas han encontrado facturas de clases de salsa, viajes a Roma para ver partidos de fútbol o de safaris, ha apuntado.

Sobre los famosos emails con los que durante todo un año su abogado, Manuel González Peeters, se dedicó a atacar directamente a la Casa Real, el imputado ha afirmado que todavía tiene discos duros con 500.000 documentos que todavía no he tenido tiempo de leer.