...y apareció Corinna

"El juicio ya es suficientemente mediático como para convertirlo en una ceremonia para la distracción del vecindario", ha apuntado Pedro Horrach en relación a la citación de la noble centroeuropea, que ya fue rechazada en su día por el juez instructor, José Castro. Según el fiscal, el tema de Corinna solo "busca difuminar la atención" y convertir el proceso en un "reality show".

Otro de los momentos del juicio del caso Nóos, el único que ha provocado las risas -incluso carcajadas- entre los asistentes, ha sido el lapsus linguae de González Peeters, que ha roto la monotonía de la sesión de la tarde cuando, hablando de sí mismo en un proceso anterior, en lugar de definirse como un heterodoxo procesal se le ha escapado un heterodoxo sexual.

El propio González Peeters, conocido por sus dobles sentidos y socarronería en sus escritos y en el estrado, no ha podido evitar sonreirse y pedir disculpas por su error.

Y es que las tediosas cuestiones previas han aburrido dentro y fuera de la sala con sus tecnicismos. Esta misma mañana Miquel Roca, el más famoso de todos los juristas en la sala, era cazado mientras se echaba un par de cabezadas, solo unos minutos después de que su compañero de bufete, Jesús María Silva, interviniera para pedir la aplicación de la doctrina Botín a la infanta Cristina.

A ello se suma el sofocante calor en el edificio del polígono industrial de Palma, donde hoy hace un día casi primaveral. El sofoco ha hecho mella en Mario Pascual Vives, que sin pudor alguno y envuelto en sudor, ha sacado un vistoso abanico color blanco roto de mujer para tratar de refrescarse, mientras sus colegas letrados valencianos siguen planteando que los tribunales balares no son competentes para enjuiciar los hechos acontecidos en la Comunidad Valenciana.