El Parlament rechaza investir a Artur Mas al faltar el apoyo de la CUP

Apenas un día después de que JxS y la CUP unieran fuerzas para aprobar en el Parlament una declaración de inicio del proceso independentista, Artur Mas no ha podido convencer hoy a la CUP para que le otorgara los votos que necesitaba para ser proclamado.

El presidente catalán en funciones tendrá otra oportunidad este jueves, en una segunda votación en la que necesitará la mayoría simple para ser investido, por lo que le bastarían que, a los 62 votos a favor de JxS, se le sumaran al menos dos diputados de la CUP y la abstención de los ocho restantes parlamentarios del grupo.

Los diputados de Junts pel Sí Artur Mas, Raül Romeva, Oriol Junqueras y Josep Rull se reunieron algo más de media hora en un despacho del Parlament tras acabar el primer pleno de investidura. En declaraciones a los medios tras la reunión, Junqueras ha destacado que han hablado de "intentar encontrar las mejores fórmulas, propuestas y soluciones" para desencallar un pacto de investidura con la CUP.

Ha descartado un candidato que no sea Mas, y ha insistido en que volverá a ser el candidato que se votará el jueves: "Tengo mucha confianza en que saldrá bien. Trabajamos para ello". "Estamos convencidos de que todo acabará en una formulación exitosa y este país tendrá investidura y Govern", ha dicho Junqueras, aunque la CUP ha reiterado en numerosas ocasiones que no apoyará a Mas, único candidato que plantea JxSí.

Según el presidente de ERC, la reunión de este martes "es una de muchas" de JxSí, y pronto se reunirán también con los representantes de la CUP, aunque no ha concretado cuándo. Mas ha sido el último en dejar el despacho acompañado del secretario de Presidencia, Jordi Vilajoana, y el secretario del Govern, Jordi Baiget, y ha declinado hacer declaraciones sobre el contenido de la reunión.

Discurso de la «discordia»

Antes de proceder a la votación, durante el debate de investidura, Mas ha acusado al PP de haber "sembrado la semilla de la discordia en toda España" con varias actuaciones contra Cataluña, como la recogida de firmas contra el Estatut. "Esto les permitía ganar votos. Ahora hemos llegado a donde hemos llegado y ustedes son directamente responsables. (...) La semilla de la discordia la han creado ustedes, y diría que han disfrutado y se lo han pasado bien", ha afirmado.

Mas ha lamentado especialmente la campaña contra el Estatut que hicieron los populares: "Se pasearon ignominiosamente por toda España proclamando que el Estatut era una gran afrenta contra todos los españoles y podía empobrecer a los niños andaluces y pagaron cuñas de publicidad". Asimismo, en la réplica al líder popular en la Cámara, Xavier García Albiol, Mas ha lamentado que el PP ha cerrado la puerta a las tres últimas grandes demandas del Parlament: el pacto fiscal, la celebración de un referéndum y la negociación de una eventual independencia.

Mas ha personalizado sus críticas en el presidente Mariano Rajoy lamentado que ha dicho 'no' sin matices a todas estas demandas catalanas, y ha censurado que el jefe del Ejecutivo no solo ha decidido hacer oídos sordos, sino que ha tratado de "hundirlo todo". Ha puesto como ejemplo la reunión que mantuvo en 2012 con el presidente del Gobierno, tras la que recibió un 'no' como respuesta: "No le pedí ni un solo céntimo de euro, sino algo más importante: sacar a Catalunya del sistema de financiación del 'café para todos' y organizar un sistema bilateral de financiación".

García Albiol aboga por un acuerdo

Antes, el líder del PP en el Parlament, Xavier García Albiol, había pedido a a Artur Mas, "explorar posibilidades de llegar a acuerdos institucionales" con C's y PSC que eviten que dependa de la CUP. En su intervención durante el pleno de investidura, ha pedido a Mas una reflexión serena, dando por hecho que no quiere pactar con el PP -"considera que somos mala gente", ha ironizado-, para llegar a acuerdos económicos, sociales y fiscales con C's y PSC, evitando así pactar con un "partido estrafalario y radical".

El popular -que al final su discurso ha sido aplaudido por los diputados del PP y, en pie, por los de la CUP, de manera irónica- ha avisado de que no le preocupa que el presidente sea Mas o cualquier otro compañero de bancada, sino que "el presidente y su gobierno dependerá de 10 diputados que apuestan por romperlo todo".

Ha reiterado que el Gobierno central no va a sentarse a dialogar con él: "Si su único planteamiento consiste en 'o todo o nada', en romper Cataluña del resto de España, y va en la dirección de fracturar años y siglos de convivencia, es imposible que el Gobierno se pueda sentar con usted, porque los planteamientos son inasumibles para cualquier gobierno democrático".

La sombra de la corrupción

Por la mañana, Mas se ha defendido de las acusaciones de corrupción que afectan a su partido, señalando al Estado como responsable de haber orquestado una campaña para atacarle y combatir el proceso catalán. "Como consecuencia de habernos embarcado en el proyecto independentista, tenemos más problemas con la justicia", ha afirmado.

Mas ha asegurado que sabe "cómo funciona" el Estado. "Cuando le conviene, destruye, paga a confidentes para montar mentiras y luego desde el poder político se hace uso de esas mentiras", ha dicho en su réplica al discurso de Inés Arrimadas, Ciudadanos. "Por habernos metido en este camino tenemos algunos problemas con la justicia. En otras condiciones no los tendríamos", ha rematado. Mas ha insistido en que "sospechas hay en muchos sitios, pero una cosa es la sospecha y otra casos reales". "En la obra pública no hay irregularidades del tipo que se dice, aunque no niego que pueda haber irregularidades administrativas", ha precisado en el turno de réplica en el debate de investidura.

El líder de CDC, asimismo, ha sacado pecho por haberse "enfrentado" a todos los grandes poderes del Estado. "No me queda ni uno: el Gobierno central, el Constitucional, el Parlamento español, una buena parte del Ibex-35, los poderes mediáticos, nos hemos enfrentado a todos y no de boquilla", ha asegurado.

Mas ha negado también que su proyecto divida a los catalanes y ha defendido el derecho a decidir como una contribución equiparable en la "historia de la humanidad" al derecho de voto de las mujeres o los derechos civiles de los negros en EE UU. "Las leyes injustas se han de poder combatir y cambiar. Cuando hay movimientos democráticos, cívicos, plurales y transversales, los gobernantes tienen la obligación de escuchar, sentarse en la mesa y buscar el mejor camino para dar salida a esa reivindicación", ha concluido.

Iceta: «Su momento político ha pasado»

En su turno, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha reiterado que su grupo no apoyará su investidura: "Su momento político ha pasado", le ha espetado a Mas. "Lo digo desde el respeto a lo que ha hecho, a lo que ha intentado y a su fuerza política, pero su candidatura no permite el avance que el país reclama y necesita", ha asegurado.

Para Iceta, "Cataluña ha perdido cinco años" con Mas al frente de la Generalitat, algo que no puede seguir ocurriendo y que ve urgente revertir con un plan de Govern estable y con capacidad de negociación que de respuesta a los problemas de los catalanes.

Ha reclamado a Mas "el precio de la arcadia feliz: conocer los costes y riesgos de la aventura" independentista, y ha interpretado que el discurso de investidura de Mas del lunes sólo pretendía convencer a la CUP. "Nada de lo que promete podrá hacerse desde la confrontación y la ilegalidad", ha avisado, y ha admitido que el diálogo con el Estado no será fácil pero es la única solución posible.