El Govern ve «muchas posibilidades» de acuerdo con la CUP

A menos de una semana del debate de investidura del 9 de noviembre, para la que Artur Mas necesita el apoyo como mínimo de dos de los diez diputados de la CUP, Munté ha asegurado que "se está trabajando" por parte de ambas fuerzas parlamentarias independentistas para intentar alcanzar "acuerdos".

Unas conversaciones que prosiguen con "discreción" y que "avanzan" con ánimo de llegar a acuerdos porque "la alternativa", que representaría una nueva convocatoria electoral en marzo "no gusta a nadie", ha asegurado Munté, que no cree que el acercamiento a la CUP esté restando "centralidad" al Govern.

"Disgusto" por las filtraciones

Munté ha explicado también que Mas ha transmitido este martes a los consejeros su "disgusto" por filtrarse a un medio de comunicación las deliberaciones de la reunión del Consejo Ejecutivo de la semana pasada en que se abordó la resolución parlamentaria independentista de JxSí y la CUP. Munté ha defendido que haya "debate político" en el seno del Gobierno catalán sobre cualquier materia, aunque sin filtraciones luego.

Según se publicó la semana pasada, varios consejeros expresaron en la reunión del Govern su desacuerdo sobre la resolución; algunos, por su contenido, y otros, por presentarse en el Parlament antes de que haya un acuerdo entre JxSí y la CUP sobre la investidura de un nuevo presidente.

Para Munté "la filtraciones son graves y no se tienen que repetir" y ha recordado que la propia ley del Govern establece que las deliberaciones del Ejecutivo son secretas, en alusión a que quien haya filtrado el contenido no está cumpliendo con la norma. Ha asegurado que desconocen qué miembro del Govern habló y ha expuesto que están determinados a que no se repita: "No sé de donde han salido las filtraciones. Lo que es evidente es que hay que erradicarlas. Todo el Govern tiene que poder debatir con discreción y respeto al secreto de las deliberaciones".

El consejero de Presidencia, Francesc Homs, habló este lunes de echar del Govern al responsable de las filtraciones, y Munté no ha contemplado este escenario, limitándose a afirmar que el Ejecutivo "hará lo posible para que no se puedan repetir".

La vicepresidenta no ha querido dar más detalles de cómo se ha tratado el asunto en el seno del Ejecutivo catalán, alegando que sería una contradicción reclamar el secreto de las deliberaciones del Ejecutivo y, a la vez, narrar con precisión lo que ha ocurrido en la reunión de este martes.

Munté ha asegurado que el Govern no renunciará a mantener los debates que sean necesarios en cualquier materia, y ha abierto la puerta a "orientar de forma diferente" cómo se organizan estas deliberaciones, pero no ha precisado más.

"Maniobras" para impedir el pleno de ruptura

Por último, Munté ha considerado "poco democráticas" las "maniobras" de Ciudadanos, PSC y PP para impedir la celebración del pleno en el que Junts pel Sí y la CUP aprobarán una declaración de inicio del proceso hacia la independencia.

Munté ha defendido la decisión de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, de acelerar la tramitación de la resolución con la convocatoria para hoy de la Junta de Portavoces pese al desacuerdo de la oposición, que se plantea acudir al Tribunal Constitucional (TC) para impedir el pleno, previsto para el 9 de noviembre.

Munté ha expresado su "respeto" hacia la decisión de la Mesa del Parlament de no reconsiderar la admisión a trámite de la propuesta de resolución de JxS y la CUP, y ha asegurado que la reunión de la Junta de Portavoces se ha celebrado "con todas las garantías" ya que Forcadell "invitó a participar al PP para que fuese escuchado".

"Desgraciadamente", según Munté, Ciudadanos, PSC y PP están tejiendo un "frente común" contra la resolución, pese a que "parecen poco democráticas determinadas prácticas que pretenden impedir o retrasar" el pleno extraordinario para aprobar la declaración.

Precisamente sobre la intención de la oposición de reclamar al TC que impida el pleno, ha comentado que el Govern está ya "acostumbrado a las continuas amenazas", y ha remarcado que esta resolución "es pertinente porque forma parte de un mandato democrático y de una mayoría parlamentaria que quiere tirar adelante un debate de carácter absolutamente político". Dada la esencia "política" de esta resolución, Munté está convencida de que no pone en "riesgo" a los funcionarios de la Generalitat. "La voluntad en todo momento es preservar el papel de los funcionarios", ha recalcado la vicepresidenta, según la cual son en todo caso los diputados quienes "asumen esta responsabilidad de tirar adelante esta propuesta de resolución".

Tras escuchar las críticas que desde la oposición se han lanzado a Forcadell por tratar de acelerar la tramitación de la resolución soberanista, ha exigido el "máximo respeto por la figura de la presidenta del Parlament".

En cuanto a las voces que cuestionan que el Gobierno central deba conceder a la Generalitat los recursos que solicita del Fondo de Liquidez Autonómica en pleno proceso hacia la independencia, Munté ha señalado que "de ninguna manera" este fondo "puede estar sometido" a criterios de este tipo, máxime cuando el Ejecutivo catalán "no está incumpliendo" ninguna ley.