Rajoy admite que no le «gustaría» llegar a suspender la autonomía de Cataluña

La propuesta de resolución que Junts pel Sí y la CUP registraron ayer en el Palarmento catalán para iniciar el proceso hacia la independencia está siendo estudiada por los servicios jurídicos del Estado. Será la Abogacía la que determine el momento en el que podrá ser presentado el recurso ante el Tribunal Constitucional y Rajoy garantiza que, aunque no quiera "entrar en detalles", las pretensiones de los independentistas no saldrán adelante. "Estén tranquilos", ha pedido en una entrevista en la Cadena Ser.

Criticado en el ala más dura de su partido por haber gestionado el desafío catalán con "pasividad", el presidente no se mueve un ápice de sus posturas. No cree que haya que reaccionar con "ansiedad" ante los pasos que dan los sectores independentistas y, es más, no comparte que quienes abogan por la ruptura se estén saliendo con la suya. Recuerda que nunca aceptó el pacto fiscal que le propuso Artur Mas y que la consulta soberanista del 9-N acabó convertida en una "pantomima". De la misma manera, entiende que el documento presentado ahora se quedará en papel mojado.

De todo ello conversó ayer con el Rey y con los líderes del PSOE y Ciudadanos. Con Pedro Sánchez y con Albert Rivera prevé mantener encuentros en la Moncloa, aunque las reuniones las revelará una vez se hayan celebrado. Fuentes de Moncloa señalan la coincidencia con ambos en los "principios generales". No así en algunos planteamientos concretos.

Es el caso de la reforma de la Carta Magna, una medida en la que Rajoy asegura no confiar para resolver el conflicto en Cataluña. "No se va a resolver un planteamiento como el de la independencia de Cataluña porque hagamos una reforma de la Constitución, salvo que alguien quiera, en cuyo caso que lo diga, que en esa reforma va a aceptar las propuestas de estos señores", ha zanjado el presidente que, en cambio, no "se cierra" a retocar algunos aspectos más técnicos que políticos.

Corrupción

Junto al reto planteado desde Cataluña, los casos de corrupción vinculados a miembros del PP han constituido el otro problema de la legislatura. Rajoy desea que "caiga todo el peso de la ley" sobre el responsable de la caja B del partido, cuya existencia asegura que desconocía. "En un partido político cada uno tiene su función, y ni el secretario general, ni el portavoz del grupo parlamentario ni el presidente están en estos temas", ha justificado. Además, garantiza que si hubiese tenido toda la información que hoy maneja no habría contratado a Luis Bárcenas como tesorero.

En cuanto al caso del exvicepresidente Rodrigo Rato, asegura desconocer los detalles y espera que los tribunales decidan. "No nos erijamos en jueces", ha replicado.

Listas

Hoy por hoy tampoco conoce cómo elaborará las listas electorales que deben ser aprobadas antes de mediados de noviembre. Confiesa no haber empezado y ni tan siquiera se "ha planteado" que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, vaya a repetir como su número dos. "Estoy encantado con la labor que ha desarrollado a lo largo de estos últimos años -ha ensalzado, supongo que sí, no se me ocurre ninguna razón por la que no vaya a serlo; sí, yo creo que irá de número dos". Aún así dice no haber hablado con nadie, tampoco con la secretaria general, María Dolores de Cospedal, sobre si quiere permanecer en el Parlamento de Castilla La Mancha u optar a las Cortes Generales.

En ambas asegura mantener intacta su confianza. Y rechaza que en el partido se haya cuestionado el liderazgo del presidente, por mucho que murmuren los miembros del PP. "O no dicen la verdad cuando hablan conmigo, o no dicen la verdad cuando hablan con ustedes, espero que sea cuando hablan con ustedes", ha concluido tras negar que nadie le haya planteado que su candidatura es una rémora para los populares.