Rajoy, en TVE: «Nos castigamos inmisericordemente, seamos justos»

Por eso, ante los datos de Eurostat sobre el riesgo de pobreza, el jefe del Ejecutivo se queda con la mejora de 10 puntos en la situación de las personas mayores de 65 años. Y si uno de los problemas del país es la proliferación de contratos temporales, Rajoy recuerda que el 76% en España son indefinidos y que en algunos sectores la temporalidad es inevitable. Es el balance positivo del presidente, que ha decidido plantar cara al pesimismo porque esta es una gran nación.

En los próximos dos meses, el líder del PP viajará por toda España y realizará un esfuerzo de pedagogía por explicar todo lo realizado y lo que queda por hacer. No hay tiempo que perder cuando admite que el Gobierno pudo abandonar su función de comunicar a los españoles las decisiones que se iban tomando a lo largo de la legislatura. Uno de los reproches que hoy le recordaba una de las ciudadanas reconvertida en periodista es el famoso plasma a través del cual rechazó haber aceptado dinero negro, sin aceptar preguntas de la prensa. Aún así, Rajoy considera que no está mal haber comparecido en más de cien ocasiones desde 2011.

En el PP no creen que sea momento de autocrítica. Y mucho menos interna. De ahí que nadie ignore que las advertencias de José María Aznar a la gestión del presidente ante el desafío catalán hayan molestado a Rajoy, que evita responder si le gustaría que el exjefe del Ejecutivo participara en la campaña. Me parece bien, es un activo importante dentro del partido, se ha limitado a contestar.

Lo que asegura tener claro es cómo proceder en Cataluña. El Gobierno garantiza tener previstos los mecanismos para frenar una declaración unilateral de independencia, pero Rajoy espera no llegar a la suspensión de la autonomía que contempla la Constitución. Su receta pasa por tener la suficiente inteligencia, mano izquierda y habilidad para evitar llegar a ese extremo.

Selfies, sí; bailes, no

Entre mensaje y mensaje en los próximos meses aparecerán fotografías de Rajoy cocinando, Rajoy caminando, Rajoy saludando...y Rajoy haciéndose 'selfies'. Son los clásicos de las campañas y el jefe del Ejecutivo confiesa su debilidad por las 'autofotos'. Lo que no parece probable es él vaya a seguir los pasos de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría bailando entelevisión. Nadie espera que yo me ponga a bailar, ha zanjado el presidente.