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Lucía Palacios
Domingo, 27 de septiembre 2015, 07:11
El 27 de septiembre pasará a la historia. Cataluña se ha movilizado para elegir a su Parlamento autonómico, pero lo que en teoría son unas elecciones autonómicas más, en la práctica se ha tratado de un plebiscito sobre el independentismo. Y el vencedor ha sido ... el soberanismo, por mayoría absoluta. Una mayoría solo en número de diputados, puesto que el porcentaje de votos se sitúa en el 47,9%, dos puntos por debajo del 50%.
"No sólo no hemos ganado, hemos perdido". Así de franco se ha mostrado el líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida. Su partido no ha logrado representación parlamentaria por primera vez desde la democracia. Ni tan siquiera un 3% de los votos ha logrado. Así, Duran ha anunciado que pone su cargo a disposición del partido, que votará su continuidad el próximo 17 de octubre en el Consejo Nacional de los democristianos.
Pese a todo, Duran ha dicho no arrepentirse "de nada" y la culpa del descalabro se la ha echado a unas elecciones en las que solo se podía votar -ha dicho- por el "negro" o por el "blanco".
Junts pel Sí , la plataforma en la que se integran CDC y ERC, obtiene 62 diputados (39,7% de los votos) y se queda a 5 de la mayoría absoluta. Primera fuerza, sí, pero 9 diputados menos que en las autonómicas de 2012, cuando Mas y Junqueras lideraron las listas por separado. Así, para poder gobernar tienen que aliarse con la CUP, que, en sexta posición, añade 10 escaños, un 8,2% de votos, más del triple que en 2012 (3).
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Ciudadanos puede considerarse también el gran triunfador de la jornada: da un salto de vértigo hasta llegar a ser segunda fuerza, con 25 representantes, casi el triple que los 9 conseguidos en las elecciones de 2012. El tercer puesto es para el PSC , que, con 16 escaños, pierde cuatro. A pesar de esta caída, los socialistas se lo han tomado como una victoria, ya que no se ha producido la debacle que algunos pronosticaban y se mantienen por delante de PP y Podemos, sus rivales a batir en las próximas elecciones generales.
El retroceso más importante es el del PP catalán, que obtiene solo 11 diputados, casi la mitad de las elecciones de 2012, cuando logró 19. Catalunya Sí que es Pot sigue a los populares con 11 escaños, los mismos que la CUP, "un resultado altamente decepcionante", en palabras de Pablo Iglesias, líder de Podemos.
Otro de los grandes perdedores es la Unió de Ramon Espadaler y Josep Antoni Duran Lleida, que se queda fuera de la Cámara catalana con apenas el 2,5% de los votos. Duran Lleida ya ha puesto su cargo a disposición del partido.
Récord de participación
Otra clara victoria es para la participación, que ha sido histórica. Se sitúa en el 77,44%, diez puntos más que en el año 2012, cuando marcó récord en unos comicios autonómicos con el 67,76%. Se trata de un índice más propio de unas elecciones generales, cuando suele superar el 70% de los votos, aunque no ha llegado a amenazar el récord absoluto de participación, registrado en 1982, cuando casi el 81% de los catalanes depositaron su voto.
Tan alta ha sido la afluencia de ciudadanos, que en un colegio de Tarragona se han agotado las papeletas y han tenido que reponerlas.
Reacciones
Tras los datos llegan las declaraciones. "Ha ganado el sí y la democracia", ha gritado el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que ha hablado de una doble victoria y ha subrayado que se ha confirmado el carácter plebiscitario de las elecciones catalanas.
Poco antes, el líder de ERC, Oriol Junqueras, ha asegurado, por su parte, que "el sí ha ganado, en escaños y en votos". "Hemos obtenido el mandato explícito para tirar adelante el proceso y conseguir la independencia de Cataluña", ha amenazado.
Más explícito si cabe ha sido el líder de la CUP, Antonio Baños , quien ha escrito en su Twitter: "Dedicado al Estado español. Sin rencores, adiós".
No todos están de acuerdo con esto. "El plebiscito lo han perdido", ha remachado Pedro Sánchez, el líder de los socialistas, que ha insistido en que la "confianza mayoritaria" que ha recibido la lista encabezada por Raül Romeva, no es para que sigan "creando problemas" a los catalanes sino para resolverlos, no para "saltarse la ley" ni actuar contra ella, sino para respetarla. "Llegó la hora de abandonar el independentismo", ha remachado.
En esta misma línea, aunque con cara más amarga, se ha manifestado el candidato del PP a la Presidencia de la Generalitat, Xavier García Albiol , que ha afirmado que "la alta participación ha puesto en evidencia que una mayoría de catalanes no estamos por la fractura y la división". Eso sí, no ha eludido hablar de su debacles: "No son unos buenos resultados para nosotros ni los que esperábamos".
Exultantes están los dirigentes de Ciudadanos . Su presidente, Albert Rivera, ha afirmado que la "vieja política" de populares y socialistas "ha muerto" y ha erigido a su partido como la única alternativa para España, con un proyecto "común" para los próximos diez años. "Una nueva etapa ha comenzado hoy en Cataluña", ha asegurado. Habrá que esperar para saber qué rumbo toma.
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