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CRISTIAN REINO
Lunes, 7 de septiembre 2015, 11:29
El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado esta mañana su adhesión a la asociación de municipios por la independencia (AMI), la entidad que agrupa todos los consistorios catalanes que trabajan por la secesión.
La votación, que ha sido nominal, estaba impulsada por Convergència, Esquerra ... y la CUP. Entre las tres formaciones han sumado 17 votos a favor. Los doce regidores del PSC, PP y Ciudadanos han votado en contra, mientras que los once concejales de Barcelona en Comú, en el equipo de Gobierno, y uno de Unió se han abstenido. Aunque en la votación ha habido más votos a favor del ingreso en la AMI que en contra, los estatutos de la AMI estipulan que para que un consistorio pueda formar parte de la asociación, lo tiene que decidir el pleno por mayoría absoluta. Los secesionistas, por tanto, se han quedado a cuatro votos.
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A 20 días de las elecciones y a cuatro del inicio de la campaña, los tres partidos secesionistas han forzado la votación para obligar a Ada Colau a posicionarse sobre la independencia y buscar las contradicciones internas de Barelona en Comú, que tiene diferentes sensibilidades. La alcaldesa de Barcelona, que ya ha confirmado que no participará en la manifestación de la Diada del viernes, ha marcado distancias con el independentismo y ha criticado la votación por "partidista y electoralista", según ha señalado en el debate previo el concejal de Barcelona en Común, Jaume Asens. En cualquier caso, ha señalado que el compromiso del partido que gobierna es impulsar una consulta ciudadana, para que los barceloneses decidan si quieren formar parte de la AMI. Colau, que solo ha intervenido al final del pleno, ha concluido que ha habido más votos a favor que en contra, pero que no se dan los 21 votos necesarios según los estatutos. "Recogemos el resultado, no damos por cerrado el tema", tras las elecciones, veremos cómo se le "da salida", ha apuntado.
Desde la AMI han mostrado su voluntad de que Barcelona se incorpore a la AMI no como miembro de pleno derecho, sino como miembro observador, un subterfugio para mitigar la decepción que para el soberanismo supone no poder contar con la capital de Cataluña para el proceso hacia la secesión. Se da la circunstancia de que Convergència, durante los cuatro años que estuvo al frente del poder en Barcelona (2011-2015) no impulsó la adhesión de la ciudad en la AMI, ya que necesitaba los votos del PP para sacar adelante proyectos de infraestructuras, y ahora que está en la oposición sí lo ha hecho. Durante el debate, el público asistente ha desplegado 'esteladas' (banderas independentistas) en el salón de plenos del ayuntamiento de Barcelona.
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